El 11 de septiembre es un día marcado por los atentados de AlQaeda en EEUU. Han pasado doce años que han cambiado el mundo.

Bin Laden está muerto, la guerra de Afganistán es historia, el radicalismo islamista se ha cobrado – se cobra- cientos de víctimas en Londres, Madrid, Estambul, Nigeria, Afganistán, Pakistán, Irak, Siria… estamos metidos en un choque entre culturas después de que algunos hubieran profetizado el fin de la historia y «paz y seguridad» fueran los lemas de esta nueva era dorado que ha resultado de hierro.

Eso es lo más importante y lo analizarán personas con más conocimientos que yo en esa materia.

Me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre lo que ha cambiado -y lo que no- en la comunicación; sin pretender hacer un análisis académico.

La televisión: como casi todo el mundo, seguí el 11 de septiembre desde la televisión. A la hora del telediario español vi impactar el segundo avión en las Torres Gemelas. Lo que podíamos esperar que fuera un accidente se convirtió ante nuestros ojos en un satánico plan terrorista. Brutal. Las imágenes fueron más completas que un complejo manual de propaganda terrorista.
El terrorismo vive de los medios de comunicación (NACOS, 2006, pág. 47) y su “propaganda a través de los hechos” consigue romper los valladares que los medios ponen a la expresión de sus ideologías, abiertamente antisistema. Una vez que el acto terrorista se adueña de la agenda de los medios, el grupo terrorista busca hacer llegar su mensaje a la opinión pública nacional e internacional, a los gobiernos nacionales e internacionales en el, así llamado, Triángulo de Comunicación Política (NACOS, 2006, pág. 49)
Está claro el interés que el terrorismo islamista ha tenido en la propaganda de sus ideas y la cumbre de su exposición mundial la encontró ese 11 de septiembre derribando dos torres en pleno Manhattan. El papel de la televisión aquel día fue clave en la propagación de las imágenes. No había la penetración actual de Internet y el medio masivo por excelencia dedicó días a la exposición del atentado. La televisión sigue siendo el medio de referencia cuando se produce un hecho de impacto y se complementa especialmente bien conTwitter, lo cual lleva a una medición de audiencias impensable hace unos años.

Internet: Recuerdo que la CNN puso su sitio web en modo texto. Creo que hizo lo mismo el-mundo.es (antecedente de elmundo.es), tal era la demanda de información y tan pocos los recursos tecnológicos para servirla. Los blogs americanos -los medios sociales del momento- procuraron dar una cobertura orientada a informar a las víctimas y familiares, no tanto a opinar.
En doce años los medios sociales se han desarrollado de manera impensable en aquel momento.YouTube no existía, pensemos en la posibilidad actual de los smartphones para capturar vídeo de calidad y subirlo al momento con un ancho de banda que en aquel momento no tenían ni las conexiones domésticas o empresariales. Pensemos en el papel que Facebook y Twitter podrían haber tenido en aquellos días.
Uno de los cambios más radicales se ha dado en el control de Internet. Con la excusa del 11-S se legisló, especialmente en Europa, la retención de datos de tráfico y recientemente hemos sabido que la NSA lo ha espiado todo en Internet. La excusa es que AlQaeda utilizó -y utiliza- la Red para organizarse. Digo que es una excusa porque el espionaje de la NSA se extiende al tercer nivel  de contacto del sospechoso (three hops), es decir, prácticamente envuelve a todo el mundo. Si una persona sospechosa tiene 40 contactos, eso supone espiar a 2,5 millones de personas.

Como colofón, he de decir que este blog cumple hoy 10 años. La fecha de inicio no la elegí conscientemente. Simplemente empecé a publicar ese día. Por aquí han pasado muchos acontecimientos, pero si algo me gustaría que perviviera es la necesidad de verdad, de Verdad, que tenemos los seres humanos y cómo, para colmar esa sed, son necesarias la libertad y la comunicación. Como comentaba en Twitter con JJ García-Noblejas, hay cosas que cambian y otras que permanecen en el tiempo. Esas, destacan cada vez más: los valores y las creencias, el ser humano y Dios.

  • NACOS, B. L. (2006). Mass-mediated terrorism in the age of global communication. En J. V. A. Vara, Cobertura informativa del 11-M (págs. 47-58). Pamplona: Eunsa.