Dos concejales de Ahora Madrid se han hecho especialmente famosos en las últimas horas por lo que escribieron en Twitter hace meses o años.

Esto ya se está convirtiendo en una rutina: cuando alguien adquiere relevancia pública se va a indagar en sus tuits pasados, a ver qué hay en lo que ha dicho; quizá encontraremos una broma macabra, desprecio hacia algún colectivo, una rabieta, una metedura de pata.

En el caso de los políticos es un deseo legítimo de conocer a quien nos va a representar. Diréis que ese escrutinio debería hacerse antes de ser elegido, pero suele ser al revés: sus tuits adquieren relevancia con el cargo. Y, sobre todo, que ese escrutinio lo hacen quienes NO han votado a ese político.

 

El Roto

 
Me parece una información relevante, no comparto el humor irreverente que tanto gusta en algunos ambientes. No me gusta para mí ni para los demás. Al margen de eso, hay algunas pistas que creo que se pueden aportar para entender estos casos.

  1. Twitter es comunicación pública
  2. Twitter es potencialmente masivo.
  3. Se produce una distorsión mental que algunos estudiosos llaman comunicación masspersonal (masiva personal). Mucha gente tiene la sensación de estar hablando en un ámbito personal porque dialoga, pero esto es tan equivocado como pensar que una entrevista en la radio es personal. Nos falta adquirir la sensación de que el público está aunque no se le vea.
  4. Las palabras, la comunicación son actos que cambian la realidad. Sí, actos, decisiones, libres, con consecuencias, como todo lo que hace el ser humano (y que no es un acto del hombre). La consideración de las palabras como algo inofensivo es ponerse un velo en los ojos voluntariamente. Las leyes son palabras, las declaraciones de guerra también, las palabras son las que cambian la historia. Somos seres simbólicos, no vivimos sólo en el mundo físico, vivimos en los símbolos y si no ¿a santo de qué tienen importancia las redes sociales?
  5. Para algunos individuos, además, la exigencia narcisista de ser ocurrentes para su público les hace olvidar que hay otros públicos que pueden sentirse heridos o maltratados por sus palabras. Estas actitudes son claves para entender quién tiene una mentalidad amplia y quién la tiene tan sesgada que es incapaz de comprender el dolor ajeno.
  6. El tiempo interior de la comunicación. Manuel Martín Algarra habla del tiempo interior de la comunicación y esa característica de la comunicación tiene su aquel. Por la sensación de conversación banal se olvida que el tuit queda para la posteridad y que se puede recuperar e interpretar en otro momento y en otras circunstancias. Lo escrito, escrito está.
  7. La dictadura de lo políticamente correcto. No creo que sea ése el problema, no se trata de hipocresía, se trata de no querer para los demás lo que no quieres para ti (a tan bajo nivel hemos de argumentar). Si el ex alcalde de Valladolid se nos hizo tan repugnante, si Sostres ha asqueado a tantos, ¿me puede alguien explicar por qué se debe admitir que una persona cualquiera haga chistes sobre el holocausto, mujeres violadas o pasar por la guillotina a los rivales políticos y además pasar por ser gracioso?