Ayer un editor de la BBC explicó en español por qué no llaman a ETA grupo terrorista. La explicación se remite a los criterios editoriales de la corporación, que evitan poner el nombre de terrorista a nadie. Un párrafo me ha parecido especialmente significativo sobre la engañosa imparcialidad de la BBC sobre los grupos terroristas:

We have learnt from the experience of covering such events in Northern Ireland as much as in Israel, Spain, Russia, Southern Africa or the many other places where violence divides communities, and where we seek to be seen as objective by all sides, that labels applied to groups can sometimes hinder rather than help.

Meten en el mismo saco todo tipo de violencias terroristas y de esas que cita la BBC, la que no pinta nada en esa enumeración, es la violencia terrorista de ETA. Los editores de la BBC pueden ponerse de perfil o de canto, pueden comprarse docenas de lupas y así y todo no van a encontrar en el País Vasco ni en el resto de España un «sitio donde la violencia divide a las comunidades». En España hay un grupo terrorista con más de 50 años de historia y casi 1.000 asesinados que ha disfrutado de dos amnistías, que ha roto treguas declaradas por ellos mismos, que ha tenido a su brazo político gobernando ayuntamientos y que ha podido presentar su programa político de independencia durante los 30 años largos que llevamos de democracia sin conseguir nunca una mayoría de apoyos. Lo que encontrará es una sociedad pacífica que lleva 5o años soportando los atentados de ETA sin recurrir a su vez  ala violencia.

Que me comparen eso con una comunidad dividida por la violencia en ambas partes, como Irlanda del Norte, o con la de Rusia y su guerra sucia o la del apartheid sudafricano sí que es un criterio editorial manipulador e hipócrita. Los jueces son imparciales para juzgar a todo el mundo por igual, pero cuando se prueba que es culpable le llaman por su nombre y lo castigan. No comparan a la víctima con el asesino.

Ah, y el GAL se juzgó y se castigó.