Ayer en prime time Antena3 escenificó lo que podría haber sido una entrevista a Jose Mª Aznar pero que se convirtió en el discurso de Aznar. Los tres periodistas que estaban delante no quisieron/supieron/pudieron entrevistar al expresidente sino que dejaron que él llevara la iniciativa sobre el discurso. Para eso, hubiera sido mejor que lo dejaran delante de las cámaras y con la mirada al frente -que rehuyó, por cierto- dijera lo que lleva rumiando durante meses.

De lo dicho ayer, me llamó la atención:

El Grupo Prisa, que me distingue por su odio desde hace años (…) un medio cuasi en banacarrota, que ha vendido Cuatro al grupo Mediaset propiedad de Silvio Berlusconi, procesado, y tiene como accionista, Sogecable, al mismo grupo propiedad de la misma persona, procesada.

Pide que se haga una reforma fiscal que baje los impuestos.

El déficit a la carta es un error.

«El proceso de castigo a las clases medias está siendo muy fuerte»

«Lo que yo defiendo es el mandato de los electores al PP»

«Yo no desedeñaría culminar una reforma laboral».

«El PSOE está condenado a ser diluido si no tiene un proyecto nacional»

¿Aceptaría volver a la política? No lo niega, cumpliría sus responsabilidades

No sé si hace falta que lo diga, pero toda crítica al nulo afán reformista de Rajoy la doy por buena, me encanta que Aznar espolee a este presidente del Gobierno exigiéndole una bajada de impuestos o el trato de igualdad entre comunidades autónomas. Y estoy segura de que puso palabras al enfado de un gran porcentaje de los votantes del PP.

Estoy convencida de que algo es verdad o justo, lo diga Agamenón o su porquero. Pero, por ese mismo motivo, conviene separar lo dicho del autor del enunciado. Aplaudo el contenido, reprocho a Aznar que sea él quien lo haga.

Gürtel es una herencia de su gestión, su segunda legislatura fue la apertura de brechas y frentes con media España. Empezó por insultarnos a los que estábamos en contra de la gestión del Gobierno con el Prestige, pasó por apoyar una guerra en contra de la mayoría de la opinión pública y terminó con un enfado general contra la sociedad española.

De manera que no creo que quiera volver a presentarse a candidato a presidente de Gobierno, primero porque ni en su partido lo presentarían ni tendría apoyos para crear uno nuevo. Tiene demasiado pasado.

¿Lo más triste de la entrevista? «No me arrepiento de nada de lo que hice».