En el post anterior os ponía lo que dicen educadores de Primaria ante la promesa beta 2.0 de Zapatero de que dará un portátil a cada niño de quinto de primaria.

Ya no entro en si me parece bien o mal. Me supera tanta capacidad de sacarse conejos de la chistera, conejos que además comerán zanahorias marca Prisa, no marca Acme.

Voy a mi experiencia personal, puros hechos.

Soy profesora asociada de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de Vigo.

Cuando llegué el primer día a mi despacho había dos mesas, cuatro sillas y dos armarios. Eso era en 2004.

En 2005 había dos mesas, cuatro sillas, dos armarios y mi portátil.

En 2006 había dos mesas, cuatro sillas, dos armarios y mi portátil.

En 2007 había dos mesas, cuatro sillas, dos armarios y mi portátil.

En 2008 había dos mesas, cuatro sillas, dos armarios y un ordenador de mesa que conseguí después de que por mi producción científica hubo algo de dinero y el departamento pagó el resto del importe.

¿Alguien conoce alguna otra empresa en que el trabajador deba pagarse sus herramientas de trabajo?

Por eso, cuando leo que a un niño de quinto de Primaria le van a comprar un ordenador con mis impuestos me produce un desconcierto que linda con los pensamientos depresivos. La Universidad pública española no tiene dinero para darle un ordenador ni prestarle un ordenador a sus profesores, ¿cómo puede ser que lo que se decida es darles un portátil a los niños de 10 años? ¿Por qué tenemos unos políticos tan inmensamente irresponsables que sólo buscan el titular fugaz y desprecian las políticas coherentes?

¿A alguien le extraña que en cuanto se forman y si pueden los investigadores españoles se larguen de aquí?