Si no fuera porque Federico Jiménez Losantos lo dijo antes de la derecha, Carlos Francino esta mañana hubiera llamado al PSOE «maricomplejines». En el rato que estuve escuchando desde las 11:10 aproximadamente hasta las 11:30 azuzaba al Gobierno para que efectivamente le quite la subvención a la Iglesia Católica. Es el pit bull de la izquierda, el chico este…
El sector heavy del PSOE quiere que se castigue a la Iglesia por la manifestación del sábado. Es genial. Imaginemos por un instante que tras las manifestaciones del «No a la guerra», al día siguiente saliera Aznar diciendo que evidentemente las ayudas al cine español iban a disminuir. Todos estaríamos de acuerdo en varias cosas:
a) Es un vengativo.
b) Utiliza el dinero público como si fuera suyo. De hecho, se cree que el país es suyo.
c) No respeta la libertad de expresión.
Pero si lo hace el Gobierno socialista se le aplaude desde algunos medios de comunicación e incluso se le insta a cumplir sus amenazas. Para morirse de risa. Para que se nos quite la risa, sólo me gustaría recordar que un obispo gana el opíparo sueldo de 700 euros mensuales: se están forrando, oiga, como Ramoncín más o menos.
Como diciendo la verdad no consiguen nada, mienten y lo hacen sin complejos, soltando unas mentiras tan descomunales que sólo se las tragan los incondicionales. El pedazo de periodista indocumentado Carlos Francino dijo que ¡el Estado aporta a la Iglesia el 90 por ciento de su presupuesto! O bien cree que le escucha gente que no sabe ni sumar o él mismo vive en una nube de vapores alucinógenos. La aportación estatal supone el 20 por ciento del presupuesto de la Iglesia.
El origen de la asignación tributaria es el pago de la deuda del Estado español con la Iglesia española. En el siglo XIX se produce la desamortización Mendizábal por la cual se apropia el Estado de propiedades eclesiásticas que vende a la burguesía por precios irrisorios. Recordemos que tras la Guerra Civil, el gobierno de Franco se incautó de las propiedades del PSOE, UGT, PNV etc. y que hubo que devolver o indemnizar a esas entidades civiles por esa apropiación. A ver si es que estamos con el doble rasero de siempre…
Tengamos en cuenta que las anteriores entidades citadas son políticas o sindicales y no se les conocen labores asistenciales ni caritativas. Más bien parece que al contrario, que son unos sacamantecas. O será que estamos sensibles con la hipoteca y tenemos envidia de las excelentes condiciones que Montilla consigue para sus préstamos.
Bien, el modo de efectuar el pago fue acordado de una forma bien generosa por parte de la Iglesia, que recibe la asignación que voluntariamente quieren los ciudadanos españoles. Francino esta mañana decía que cómo era posible que si el 80 por ciento de los españoles se dice católico sólo el 34 por ciento de las declarantes ponía la crucecita en la asignación tributaria a la Iglesia. Francino parece ser que no se entera de que estamos hablando de dos universos diferentes: la totalidad de los españoles por una parte, por otra parte un universo menor que es el de los españoles que hacen declaración del IRPF.
Y lo que ya fue de aurora boreal fue cuando Francino afirmó imperturbable que la Iglesia católica española tiene su propio paraíso fiscal ya que no paga IBI, ¡tampoco lo paga la Fundación Pablo Iglesias ni el PSOE! Las entidades sin ánimo de lucro no lo pagan, están exentas. Se refirió al IVA que la Iglesia no paga, sin completar la información: no paga IVA por los objetos de culto (es decir, los candelabros, ornamentos etc.) Si tenemos en cuenta que todo autónomo o empresa detrae el IVA de sus compras de las ventas que realiza (IVA soportado e IVA ingresado) tenemos fácilmente la razón por la que no paga el IVA la Iglesia: porque no cobra por sus servicios.
Es simplemente indignante que éste sea el nivel del periodismo español.