“Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de que ya no es física, mental y espiritualmente capaz de llevar a cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstancias el derecho, y hasta el deber, de dimitir”, palabras de Benedicto XVI a Seewald en Luz del mundo.

En el mismo libro, rechaza que las dificultades provoquen su dimisión: “Cuando el peligro es grande no se puede escapar, por eso, seguramente, éste no es momento de dimitir” ( la referencia era a la cuestión de los abusos etc..). En momentos como éstos es cuando hay que resistir y superar la situación difícil. Esto es lo que pienso. Se puede dimitir en un momento de serenidad o cuando, simplemente, no se tienen fuerzas. Pero no se puede escapar en el momento del peligro y decir “que se ocupe otro”.

Estos dos párrafos de la entrevista libro Luz del mundo que el periodista alemán hizo al papa son los elegidos por Federico Lombardi, portavoz del Romano Pontífice, para explicar la renuncia.

Otros, mientras, escriben la secuela del Código da Vinci en los periódicos. Es mucho más cómodo fabular que buscar documentación, sin duda.