EtarraMe ha llamado la atención que en esta ocasión se hayan difundido profusamente las imágenes de los etarras detenidos en la operación policial conjunta entre Francia y España.

No sé si ha sido decisión francesa o española y si ha sido premeditado pero contemplar al presunto cabecilla de ETA, un sujeto sudoroso, sin afeitar, bajito, enfadado y gordecho me trae a la memoria aquella exhibición que hizo Fujimori del terrorista Abimael Guzmán. No porque en esta ocasión se haya hecho un alarde similar sino por el efecto propagandístico que estas imágenes y vídeos puedan tener entre la población.

Aquellos que apoyan a ETA tienen un motivo más para dudar del futuro de un movimiento terrorista que tiene a su cabecilla entre rejas y que no parece poder mantener la calma. El efecto de ver a un terrorista de carne y hueso esposado y humillado es el de eliminar la capacidad de aterrorizar, el fundamento de ETA.

En segundo lugar, la fecha ha sido elegida muy convenientemente: hace un año se rompieron definitivamente las negociaciones entre ETA y el Gobierno. Parece que Rubalcaba no olvida y que tiene muy presente los efectos comunicativos que las acciones policiales pueden tener en el ánimo del entorno etarra.

PS: por cierto, Lacoste.