Máximo Cajal, representante especial de Zapatero para la Alianza de Civilizaciones, es partidario de que Irán tenga armas nucleares.

Qué chocante es esto. Un señor que quiere que las potencias mundiales planteen sus relaciones en términos de alianza y quiera que una de las partes adquiera armamento de destrucción masiva.

Qué chocante, teniendo en cuenta que lo dice el representante de un país que no tiene armamento nuclear y que podría ser víctima de esas armas si Irán las utiliza.

Todo esto es mucho más chocante si tenemos en cuenta que Máximo Cajal es heredero de los que propugnan el desarme unilateral de Occidente. Pero, curiosamente, ha acabado diciendo lo que los belicistas han dicho desde los tiempos de Roma: «si vis pacem, para bellum». Si quieres la paz, prepara la guerra.

El Ministerio de Exteriores se ha apresurado a decir que Máximo Cajal expresa sólo opiniones personales, no la postura de España.

Lo que me temo, es que Cajal expresa el estado de ánimo de una ideología que siente asco por sus propios valores. En el fondo, es el Osama, mátanos.