Propongo crear una categoría nueva en teoría de la comunicación. Empiezo por el nombre: síndrome de la fragata. Es una especie de derivado de la Escuela de Palo Alto, en concreto, de Watzlawick:

1. «Cuando alguien ve que sus percepciones de la realidad, o el modo que tiene de considerarse a sí mismo, le acarrean la reprensión de otras personas de vital importancia para él […] se sentirá al final inclinado a desconfiar de sus propios sentidos.»

2. «Aquel a quien otras personas vitalmente importantes para él le echan en cara no tener los sentimientos que debería tener, acabará por sentirse culpable de su incapacidad de albergar los sentimientos debidos, los sentimientos «verdaderos».»

3. «Quien recibe de otras personas vitalmente importantes para él normas de comportamiento que exigen y al mismo tiempo imposibilitan unas determinadas acciones, se encuentra en una situación paradójica, en la que sólo puede obedecer desobedeciendo. He aquí la fórmula básica de dicha paradoja: «Haz lo que te digo, no lo que me gustaría que hicieras».

Teorías de la Comunicación: ámbitos, métodos y perspectivas. Miquel Rodrigo Alsina, pag 165.

Eso es lo que decía Watzlawick. Ahora lo completo yo con algo sobre la percepción y mis variaciones sobre el tema.

Tenemos un acontecimiento A (fragata en el Golfo Pérsico) percibido por los sujetos X1 (determinada blogosfera parlante, por ejemplo), X2 (determinada blogosfera silente, por ejemplo), Y (El Mundo, por ejemplo) y Z (Prisa, por ejemplo).

X1 expone el acontecimiento A sin atender a ningún criterio de conveniencia. Según lo percibe, lo cuenta:

– No repara en si conviene o no al desgaste del Gobierno. Es más, sabe que no desgasta al Gobierno porque patadas de burro no llegan al cielo, con todo respeto por los burros y los bloggeros.

– Sabe que recibirá la reprensión de otras personas, afortunadamente no de vital importancia para él. «Ahora salís con esto para atacar a ZP».

– Sabe que se le echará en cara no tener los sentimientos que debería tener. «Aznar asesino, no a la guerra, ZP presidente etc.» Afortunadamente, tampoco lo hacen personas de vital importancia para él.

– Es más, por lo leído en la blogosfera parlante X1, si hay algo que les fastidia es la reprensión y la creencia de que hay unos sentimientos debidos que justifican mentir.

X2 no puede evitar percibir el acontecimiento, pero no lo mira. Así y todo, para ejercer la labor de reprensión ha de visitar los weblogs que hablan del tema. Pero, inmerso como está en el síndrome de la fragata simplemente niega lo que perciben sus sentidos, siente culpabilidad si acaso se le ocurre que estamos ante un caso de hipocresía gubernamental y, además, incurre en la paradoja. No en la que dice Watslawick, con la que no estoy de acuerdo, sino justamente con la contraria: «haz lo que me gustaría que hicieras, no lo que te digo». ¿por qué? Porque no enuncian claramente lo que querrían que hiciera X1 (¡cállate!) sino que dicen lo contrario (¡sé sincero y reconoce que trabajas para la CIA! o ¡eres un fanático que niega la realidad, abre los ojos! etc.)

El sujeto Y, sin embargo, percibe el acontecimiento A, también lo hace a través de X1. El tema es, ¿produzco o no una noticia para hacer conocer a la opinión pública lo que sucede? Primero veo cómo circula el acontecimiento A entre los sujetos X1 y X2, porque así veo la relevancia que tiene entre cierta clase de opinión pública, valoro los sentimientos que produce y evalúo si conviene o no sacarla ahora o esperar. Por otra parte, si el acontecimiento A motiva un revuelo demasiado fuerte en X1 y X2, puede ser que salga de ese entorno y se convierta en un acontecimiento A «above-the-line» y no «below-the-line» como son los acontecimientos de la blogosfera. No me interesa fortalecer a la blogosfera, al fin y al cabo es un agente más de contrapoder, de modo que no cito a la blogosfera como fuente.

De ahí surge un feedback negativo a Y desde X1 por la no atribución de fuentes.

Y, ahora, vamos a por Z. Z simplemente percibe pero aparentemente no reacciona. Prefiere permanecer silente, quizá como la serpiente marina que se menciona en la película Gladiador. Desde luego no siente ninguno de los reproches porque Z es la instancia -y lo sabe- de autoridad en este contexto de información. Z es quien puede reprochar, crear malos sentimientos, exigir obediencia.

Lo único que nos queda preguntar es: ¿habrá feedback de reproche de X2 a Z o Z logrará mantener su autoridad en este contexto?

PS: Esto es una desbarrada