La Cadena Ser y sus replicantes, en la habitual campaña de propaganda y agitación contra la Iglesia Católica, han dado versiones ridículas y falsas sobre el contenido del último libro de Juan Pablo II, Memoria e identidad.

Me lo compré ayer y sólo lo he empezado, de modo que no voy a buscar entre sus más de 200 páginas, más notas, si el Papa nombra la homosexualidad y en qué terminos. Pero desde luego, no es el tema central de un libro en el que se trata desde un punto de vista biográfico las causas y consecuencias de las ideologías del Mal (el nazismo y el comunismo). Como dije en el blog de Carmelo, el libro empieza con la misma radical profundidad de todos sus escritos: el Mal es sólo ausencia de Bien y recuerda una frase de Goethe: el demonio es ese ser que queriendo hacer el mal acaba siempre por hacer el bien. Un optimista radical. Sobre el aborto, ya dijo el cardenal Ratzinger, que «la identificación entre Shoah y aborto es ajena al libro y a la idea del Santo Padre».

No es nueva esta manipulación constante en las noticias que atañen a la Iglesia, pero da vergüenza ajena que haya personas que insistan en discutir sobre escritos que no han leído. Un puro reflejo del fanatismo del que no tiene espíritu propio sino que actúa como eco de consignas irracionales.

Antes de enjuiciar un escrito se debería haber leído. Primer artículo de la ética periodística, de la blogger y de la personal.

Y al terminar este post me entero de que Juan Pablo II ha sido ingresado de nuevo en el hospital.