En el fragor de la «indignación» política en contra de la salida de Iñaki de Juana Chaos, de la cual hablamos en el post anterior, también interviene el partido del Gobierno. En enero de 2005 El PSOE califica de ‘escándalo’ la próxima excarcelación del etarra José Ignacio de Juana Chaos.

En octubre de 2006, sale el presidente del Gobierno haciendo otras polémicas declaraciones: Zapatero asegura que De Juana Chaos es de los etarras que apoyan el proceso de paz

Cuando se inician las negociaciones con ETA, cambia totalmente el criterio de la fiscalía y del Gobierno. El sanguinario de Juana se convierte en un hombre de paz por arte de birlibirloque.

Siguiendo la estupenda metáfora que utiliza Luis Amézaga, ya tenemos al pollo sin cabeza dando tumbos de un lado a otro, regándolo todo con sangre, sin rumbo conocido, sólo el de correr y correr.

Ahora, en su carrera a ninguna parte, han desplegado un escenario mediático en el que el PP, la AVT, los jueces y los conspiradores habituales (malos, por más señas) son los culpables de que Iñaki de Juana no salga de la cárcel, después de haber ellos montado un embrollo jurídico del que no pueden salir. En la Ser, en sus blogs habituales, repiten que el PP ha presionado a los jueces opinando sobre la conveniencia de que de Juana se quedara en la cárcel ¡después de que ellos calificaran de escándalo lo mismo en 2005! Acusan a los jueces de urdir tramas para no dejar a de Juana en la calle ¡cuando el ministro de Justicia públicamente se jactó de que le iba a «construir» un caso para dejarlo en la cárcel!

En fin, sólo aspiro a que el pollo deje de correr, deje de ensuciarlo todo, y nos deje en paz más pronto que tarde.

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