Mientras escribía este post, el cardenal Ruini ha pronunciado las palabras que titulan esta anotación durante la Misa concelebrada en San Juan de Letrán.

El estado de salud de Su Santidad se ha agravado. Según el comunicado del portavoz de la Santa Sede, se registra un agravamiento en la hipotensión arterial y la respiración es superficial.

En los últimos minutos se ha informado de que Juan Pablo II ha perdido la consciencia y sufre bloqueo renal. Podemos decir que estamos viviendo las últimas horas de este santo que hemos tenido la dicha de conocer, al que hemos tenido el privilegio de escuchar. Al mismo tiempo que el Papa agoniza, se está celebrando la Santa Misa por su persona en San Juan de Letrán, catedral sede del Obispo de Roma.

Ha sido un regalo de Dios a la humanidad.