Periodistas – ELPAIS.es – Opinión

Hay textos que dicen más que lo que el autor quisiera y este editorial de El País es un ejemplo. Es contra el Estatuto del periodista pero parece que lo hace mordiéndose los labios, sudando la gota gorda porque en el fondo pide una regulación del derecho a la información pero ¡queda tan feo hacerlo desde un diario y aliándose con el Estado!

Obsérvense los párrafos introductorios: los medios de comunicación de un grupúsculo en prensa, radio e Internet están desestabilizando el país y los ciudadanos asisten al espectáculo indefensos. ¡Pasmoso! «Mamá, mamá este niño está pegando a Superman».

Que un grupo como Prisa que tiene el 40 por ciento de la audiencia radiofónica de España (la concentración de audiencia más alta de toda Europa), dos cadenas de televisión (Cuatro y Localia), la segunda editorial del país, y varios periódicos, uno de ellos (El País) el de más lectores de prensa generalista proclame que la responsabilidad de la situación del periodismo en España reside en FJL es la monda, el colmo de la caradura.

Otros países de nuestro entorno viven también, o han concluido ya, procesos de regulación semejantes. Casi siempre con vivas polémicas que, no obstante, no han alcanzado el nivel de ruido del caso español, correlato exacto de la amalgama de insultos, infamias, intromisiones en la intimidad, amarillismo o confusión entre información y opinión que diariamente trata de pasar por periodismo de calidad en los quioscos y las ondas de este país. Traspasar el amplísimo territorio de la opinión para adentrarse resueltamente en los pantanos de la desestabilización de las instituciones democráticas constituye otra peculiaridad española que no tiene parangón en el resto de Europa, y en cuya práctica destaca, de forma paradigmática, la emisora radiofónica de los obispos.

Ya lo he dicho en numerosas ocasiones, no me gusta nada Federico Jiménez Losantos, pero los autores de campañas de acoso, calumnia e insultos han provenido mayoritariamente en España desde el Grupo Prisa. Un Grupo que tiene pendiente a día de hoy aclarar a sus lectores y oyentes que la COPE no tiene nada que ver con el Grupo Risa, que miente sistemáticamente sobre cualquier tema que toque a la Iglesia española o a intereses económicos que le rocen, que ha callado en la denuncia de la corrupción y el crimen de Estado durante la época socialista y que se sirve del periodismo para defender sus intereses económicos. Ese es el cuadro del periodismo en España.

Por cierto, muy ilustrativo que les parezca fenomenal que el acceso a los documentos oficiales quede reservado a los «periodistas», cuando el derecho a la información es de las personas todas, no de los profesionales.

Cuando el Grupo Prisa asuma sus errores, empiece por limpiar su propia inmundicia, reconozca las calumnias que comete y ha cometido contra la media España que no le gusta tendrá algo de credibilidad en su denuncia de pajas en el ojo ajeno.