A través de Diario IP del amigo Eduardo Pedreño, me entero de un artículo de Manuel Saco, de quien ya tuvimos ocasión de opinar en esta bitácora.

A falta de otro tema, trata sobre los comentarios que le dejan en su bitácora y, en mi opinión, no entiende la acepción de trol, lo cual no es nada extraño. Trol es el que impide la conversación no el que discrepa. Trol ni siquiera es el que insulta, sino el que entorpece el diálogo. Un buen insulto -o algo que parece un insulto- es parte del diálogo, pero preguntar por el tiempo en las Maldivas o cómo se llama mi prima de Logroño es ser trol.

Como bien dice Pedreño, trol para Manuel Saco es un discrepante de derechas. Le molesta, parece ser, que quien no está de acuerdo con él le lea y discrepe. Dice que los insultos no le molestan. Eso no es una estrategia trol. A no ser que crea que son off topic, un flamewar y, por tanto debe ser evitado todo lo que sea discrepar de su línea de pensamiento, lo cual es una demostración sofisticada del deseo de oscurecer al discrepante: sus opiniones están fuera de discusión, son perversas.

Quizá todas las sutilezas de un Internet primitivamente estadounidense habituado al debate no han llegado todavía a los veteranos periodistas españoles…