Clases a la boloñesa · ELPAÍS.com.

De las costumbres arcaicas que aún padecemos en la enseñanza, pocas hay más absurdas y dañinas que las llamadas «lecciones magistrales» (no es broma, se llaman así). Como es sabido, el asunto consiste en que por las tardes los profesores repasan en algún libro el tema que tienen que exponer a la mañana siguiente. Durante la hora de clase lo desarrollan, más o menos correctamente, en forma de soliloquio. Los alumnos toman notas (los tristemente famosos «apuntes») de lo que logran escribir de lo que consiguen entender de lo que el profesor ha dicho. Meses después, para preparar el examen, memorizan lo que son capaces de descifrar en las notas que han tomado.

Este párrafo es una caricatura. Bolonia no va a evitar que haya profesores chapuceros ni la metodología de enseñanza estaba limitada a la clase magistral ni la clase magistral va a desaparecer con Bolonia. Más bien, parece que el autor quería ventilar en público alguna trifulca profesional.

Me ha venido a la cabeza aquello que cuenta Machado en Juan de Mairena.

Cuenta Juan de Mairena que uno de sus discípulos le dio a leer un artículo cuyo tema era la inconveniencia e inanidad de los banquetes. El artículo estaba dividido en cuatro partes: A) Contra aquellos que aceptan banquetes en su honor; B) Contra los que declinan el honor de los banquetes; C) Contra los que asisten a los banquetes celebrados en honor de alguien; D) Contra los que no asisten a los tales banquetes. Censuraba agriamente a los primeros por fatuos y engreídos; a los segundos los acusaba de hipócritas y falsos modestos; a los terceros, de parásitos del honor ajeno; a los últimos, de roezancajos y envidiosos del mérito.

Mairena celebró el ingenio satírico de su discípulo.

—¿De veras le parece a usted bien, maestro?

—De veras. ¿Y cómo va usted a titular ese trabajo?

—«Contra los banquetes.»

—Yo le titularía, mejor: «Contra el género humano, con motivo de los banquetes».

También pienso que el artículo sobre las clases a la boloñesa debería titularse «Contra mis colegas, con motivo de Bolonia».