Diez bulos que ya circulan sobre el nuevo Papa

A través de Sí, sí. No, no me entero de este artículo de Forumlibertas.

Sólo querría destacar lo que dice sobre la pertenencia del Papa a las Juventudes Hitlerianas:

Es la acusación más fácil de hacer y más llamativa. No es ningún secreto lo que sucedió porque el mismo Ratzinger lo cuenta en sus memorias y también conocemos los testimonios de su hermano Georg. Siendo niños, la familia Ratzinger se mudó varias veces escapando de presiones de los nazis.

En 1939 Joseph entró en el seminario menor, con 12 años. Fue obligatoriamente apuntado a las Juventudes Hitlerianas, aunque su profesor de matemáticas, el militante nazi al cargo, hacía la vista gorda y le permitía no acudir a los actos de formación hitleriana. En 1943, en plena II Guerra Mundial, con 16 años, fue llamado a filas con todos los compañeros del seminario para servir en la defensa antiaérea.

Al año siguiente, se le recluta para tareas de defensa anti-tanque en la Legión Austriaca (que él definió como «ideólogos fanáticos que nos tiranizaban sin descanso»). En primavera de 1945, acercándose los aliados, deserta del ejército. En su pueblo de Traunstein los norteamericanos lo detienen: lo encierran como prisionero de guerra, para ser liberado en junio.

En algún blog ése ha sido el rasgo más destacado de su biografía. ¿Motivo? No pidáis ni afán de informar ni busquéis interés por explicar ni contextualizar. La excusa es el interés indudable. Me imagino que es la misma justificación que utiliza Crónicas Marcianas para sus crónicas, el mogollón que se monta.

Los propios movimientos judíos han salido en defensa del Papa. Entre ellos el Centro Simon Wiesenthal y la Liga Anti Difamación.

Otro rasgo «gracioso» de las reacciones hacia el Papa Benedicto ha sido en el blog del Cónclave de Telecinco, escrito por Íñigo Sáenz de Ugarte. En su último post dice que la Iglesia ha elegido a Ratzinger por miedo y se explaya en un análisis de los miedos de los cardenales, de sus reacciones íntimas ante la multitud que clamaba en la plaza de San Pedro y todo ello ¡sin haber hablado con ningún cardenal! Es fantástico, el periodismo de investigación en su expresión económica: si no tienes tiempo ni dinero para hablar con las fuentes, te imaginas lo que piensan y punto pelota.

Que me perdonen ambos, Ignacio Escolar e Íñigo Sáenz de Ugarte, pero para este viaje no hacían falta alforjas. Si esto es lo que produce el periodismo participativo, si ésta es la renovación del periodismo digital, apaga y vámonos. Lo que se critica en los medios tradicionales, su prepotencia, la chapuza, la falta de conocimiento de los temas sobre los que se escribe es igualmente criticable cuando se hace en Internet y, de la misma forma que no vale la excusa de las prisas para un periódico, tampoco vale para Internet. Todos podemos cometer fallos, pero entre el fallo y la contumacia en el error hay un salto que algunos quizá han dado.