Gobierno-ETA y Batasuna-PSOE mantuvieron negociaciones simultáneas y en el mismo lugar en plena campaña electoral, sin que se llegara al acuerdo

El PSOE, que aceptó el planteamiento para simultanear las reuniones de los dos carriles al tratarse de un mismo proceso político, llegó a reconocer que el PNV no quería abordar la propuesta de cuatro territorios porque ello implicaba perder poder económico. De este modo, no hubo representación jelkide en las negociaciones desarrolladas en el mes de mayo y sólo la izquierda abertzale y el PSOE cruzaron sus propuestas.

Desde el mes de febrero, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, había insistido en que no se podía sentar con la izquierda abertzale y que había que clausurar el proceso político, además de augurar la probabilidad de próximos atentados de ETA. Por ello, a esta ronda se invitó únicamente a quienes sí estaban dispuestos a sentarse en la mesa.