Andrés Peral, a quien conoceréis porque durante una época escribió aquí muy buenos posts, está metido hasta las cejas en cambiar algo del panorama político español. Junto con otras personas han formado un partido político que se va a centrar en una de las lacras de nuestro sistema: las listas cerradas, la falta de vinculación entre votante y representante. Pero él os lo explicará mejor. Pongo a continuación el mensaje que me envió. Las negritas son mías y son las palabras con las que especialmente me identifico:

Somos muy pocos aún (los ideólogos y poco más), pero tras casi dos años de definición, nos dimos de alta como partido hace un par de meses, y estamos difundiendo nuestra existencia poco a poco. No nos presentamos a estas elecciones… ni lo haremos a las siguientes ni a las otras, probablemente. No tenemos prisa por «tocar poder». No es un partido oportunista, ni tiene una especial vocación de gobierno, ni se puede adscribir a la derecha, la izquierda o el centro; no va de eso. Queremos difundir ciertas ideas (muy básicas, muy concretas, asimilables por prácticamente todos los ciudadanos) y por ello queremos ser un tren de largo recorrido, que cambie algunas cosas de verdad (y cuando se quieren cambios serios, hay que trabajar mucho y durante muchíiiisimo tiempo). (…)

Nuestro partido se llama Evolución Democrática. Es un partido político de nuevo cuño, básicamente neutral, ajeno a la típica división entre derechas e izquierdas. Su ideario es muy sencillo y beneficia a todos los ciudadanos por igual, pues pretende una profunda reforma de la democracia. Tenemos la idea de avanzar hacia la implantación eficaz de herramientas de democracia directa que revitalicen el actual sistema representativo –que hace agua por los cuatro costados- y den la posibilidad real (y no meramente propagandística como hoy día) a los ciudadanos de participar en la toma de decisiones en los distintos ámbitos del Estado.

Estamos seguros de que la mayoría de la sociedad española está harta y observa con gesto cansado, y a veces verdadera desesperación, el rosario interminable de tonterías, tensiones, corrupciones, incumplimientos, mentiras, clientelismos, incompetencias, etcétera, que caracterizan el panorama político de nuestro país desde hace ya muchos años. Y es una tendencia que parece ir a más, por desgracia.

Es muy lícito ser de izquierdas, de centro o de derechas, pero Evolución Democrática considera llegado el momento de hacer una actualización del propio sistema que nos contiene a todos. La brecha entre políticos profesionales y ciudadanos es excesiva, y pide a gritos modificaciones de calado que hagan de los representantes electos unos verdaderos servidores de los ciudadanos a quienes se supone representan.

Evolución Democrática quiere una evolución del sistema que permita algo que debería ser normal en una democracia… pero no lo es. Sin perjuicio de la continuidad del actual sistema representativo, que sigue siendo imprescindible, es necesario que los ciudadanos, en buena medida, puedan proponer y aprobar o rechazar leyes y medidas de manera directa. La propuesta de ED para empezar a cambiar las cosas se resume en dos puntos muy concretos:

– mejora y ampliación de supuestos y posibilidades de la Iniciativa Legislativa Popular, facilitación de su trámite y protección jurídica y administrativa de las iniciativas

– modificaciones legales para la promoción de un uso habitual de los Referendos Consultivos y, en especial, del Referéndum Vinculante (también en casos de ILP), para aprobar medidas o conocer la voluntad ciudadana más allá del «cheque en blanco» del voto cada cuatro años

Ambas herramientas, la ILP y el Referéndum Vinculante, ya están contempladas en nuestro ordenamiento jurídico, pero están degradadas hasta tal extremo que es exactamente como si no existieran. A día de hoy (con los datos que tengo, de hace unos meses), NINGUNA de las Iniciativas Legislativas Populares presentadas desde que existe nuestra actual democracia española (y son más de 50) ha sido aprobada en el Congreso; en realidad creo que sólo una o dos han llegado a ser debatidas, y sólo una consiguió «algo», al ser reformulada por otro partido que la presentó como «suya» y salió adelante. En cuanto a referendos vinculantes, sobran los comentarios, y respecto de los consultivos… también sobran.

Y nada más (y nada menos). ¿Parece poco? No lo es. Si los ciudadanos pudieran presentar ILP’s sobre casi cualquier tema, y éstas pudieran ser votadas en referéndum consultivo o, mejor aún, vinculante… estaríamos ante el ejercicio de la democracia por parte de los ciudadanos. Es evidente que no todo puede ser materia de ILP o de referéndum… pero salta a la vista para cualquiera con dos dedos de frente que, en la actualidad, nuestros políticos se han abrogado el título de únicos detentadores del poder en democracia: sólo ellos pueden proponer y sólo ellos pueden aprobar todas las medidas, importantes, a veces trascendentales, que afectan a todo el país de una forma mucho más profunda y radical de lo que parece cuando se ve el telediario o se lee el periódico. Mientras nuestros políticos, que en general destacan por ser infumables, ejercen de manera tan nefasta esa responsabilidad, los ciudadanos cada vez ignoran más qué hace el Gobierno y la Administración con sus vidas, con las leyes y con el día a día de todos nosotros. Y eso no puede ser.

La existencia de ILP’s eficaces y de referendos podría, entre otras cosas, poner a los políticos en su sitio y obligarles a ejercer como lo que se supone que son: representantes y servidores de los ciudadanos. Nada de suponer que se tiene el cheque en blanco: cada político, cada partido, tendría que responder ante los votantes de sus decisiones buenas o malas, y los ciudadanos podrían refrendar o rechazar aquellas medidas más importantes que les afectan, sin tener que aceptar pasivamente durante cuatro años cualquier desvarío de sus representantes.

En fin. Parece simple, pero claro, no lo es. ED cuenta con ello, y con la enorme dificultad de conseguir ambos objetivos cuando la mayoría de los ciudadanos ni sabe lo que son la ILP o el Referéndum, ni lo que suponen, ni lo demandan –de manera clara-. Pero sí hay una demanda de una democracia más saludable, y de una verdadera participación del ciudadano en la misma. Con estas dos herramientas se puede conseguir. Y no son nada del otro mundo. Es más: ambos objetivos podrían ser asumidos por los principales partidos (PSOE, PP, IU…) sin apenas problema, al menos en su mayor parte. Pero para ellos es más cómodo seguir como hasta ahora. Si el ciudadano tiene más control sobre la vida política… se le acabó el chollo a muchos.

Tiempo al tiempo. Acabamos de nacer, y sabemos que todos los ciudadanos ansiamos una democracia mejor, más participativa, por lo que no nos preocupa el seguro éxito de nuestra iniciativa. Para ED ha llegado el momento de ir dándonos a conocer y de invitar a quienes compartan estas propuestas y quieran echar una mano y sumarse a nuestro proyecto, como afiliados o meros simpatizantes. Quien quiera saber más o apuntarse, puede visitarnos en nuestra web: http://evoluciondemocratica.net.

Os deseo constancia y estoy segura de que si seguís adelante podéis cambiar muchas cosas. Sólo hay que pensar en los Ciudadanos de Cataluña y demás: la sociedad española quiere un cambio y nadie en el PP ni en el PSOE se lo está ofreciendo.