¿Los matan o mueren?

Alfonso Rojo califica de pamplinas las acusaciones a la blogosfera por la dimisión de Jordan.

Seguir leyendo el texto si pincháis en idem. El de Periodista digital lleva enlaces que permiten saber a quién alude en determinadas afirmaciones.

¿Los matan o mueren?

Por Alfonso Rojo
Los indios de la Red han arrancado una nueva cabellera. En España, donde bastantes directores de empresa no abren su correo electrónico y los políticos leen en fotocopias lo que las secretarias sacan de la pantalla del ordenador, hay quienes todavía no se han dado cuenta del poder de Internet.

Pero Eason Jordan tuvo la fortuna y la desgracia de vivir en Estados Unidos y allí ha bastado que su metedura de pata saltara a los blogs, para que la CNN prescindiera de sus servicios.

«He decidido renunciar en un esfuerzo para evitar que la CNN se vea injustamente empañada por la controversia sobre mi reciente comentario sobre el alarmante número de periodista muertos en Irak», dice la nota de Jordan.

Como excusa es pobre. Si la CNN es un verdadero medio comunicación, ¿qué razón hay para temer una polémica? La clave está en saber si las palabras de Jordan son verdad o no.

Son legión lo salen en defensa del ex director de la CNN, clamando contra la derechización de Internet y la aparición del mccartysmo informático. Pamplinas.

A Jordan ni se le hubiera movido un pelo si hubiera podido mantener la acusación hecha durante el reciente Foro de Davos- de que el Ejército norteamericano tomó conscientemente como blanco al menos a una docena de reporteros. Las participantes en el Foro intervienen con el acuerdo de que todo es off the record y nada de lo que digan será atribuible. Pueden usar la información, pero se comprometen a no revelar ni la identidad ni la filiación de la fuente.

El entonces director de la CNN soltó su bombazo y se marchó a casa tan fresco. La tranquilidad apenas le duró una semana, el tiempo que tardó en saltar la noticia a la Red.

En España, donde los fotógrafos parlamentarios arrojaron hace dos años y en bloque sus cámaras ante el escaño de Aznar, responsabilizándole de las muertes de José Couso y Julio Anguita Parrado, son multitud los convencidos de que Jordan ha sido linchado por los blogeros, porque el Ejército norteamericano se dedica a matar periodistas.

Tengo la certeza de que los marines han apretado las clavijas en más de una ocasión a Al Yazira, pero estoy seguro de que no tuvieron nada que ver con el misil que destrozó a Anguita y que dispararon contra el hotel de Couso, empujados por el miedo y no por el deseo de silenciar a un periodista.

Excepto en lugares con Argelia, Chechenia o Colombia, a los reporteros de guerra no los asesinan. Mueren, porque hacen un trabajo duro y en esa lotería perversa, donde se combinan el azar y las leyes de la balística, sale su número. Jordan quizá lo sabía, pero le perdió el deseo de estar a la moda.