La gran jugada de Prisa con Rato y Gallardón (y Rajoy de testigo) – ElConfidencial.com
Preguntas sin respuesta, ante la que caben mil especulaciones. Lo cierto es que tan cerca como el pasado mes de agosto ni Mariano Rajoy ni Alberto Ruiz-Gallardón tragaban al personaje, al punto de que hubiera resultado insólito entonces imaginar siquiera el pacto de intereses alcanzado en fecha muy reciente. ¿Cómo ha sido posible conciliar puntos de vista tan opuestos? La respuesta está en el Grupo Prisa. Una poderosa corriente de opinión que surca Madrid estos días sostiene que el pegamento de tan insólito pacto ha sido Juan Luis Cebrián, como brazo ejecutor, y el gran Matías Cortés, miembro del Consejo e íntimo amigo que fue del fundador, como teórico del mismo, en línea con esa privilegiada capacidad de que la madre naturaleza le dotó para maquinar las más brillantes, y aún perversas, operaciones, siempre a caballo entre lo empresarial y lo político.¡Ah, Matías (“es que la gente no piensa”), el hombre tras las bambalinas de tantos y tantos episodios ocurridos en las últimas décadas sobre suelo patrio! Enfrentado Cebrián a un horizonte de quiebra a plazo fijo del Grupo, y tras salvar el match ball que hubiera supuesto para él la operación con Mediaset (su cabeza en la guillotina de Berlusconi), Matías dio la solución en forma de operación a tres bandas: Rodrigo Rato a la presidencia de Caja Madrid; Ruiz-Gallardón entronizado como referente de la derecha española y en pista de lanzamiento para alcanzar La Moncloa a plazo fijo, y paños calientes con un Rajoy al que, en su papel de mero instrumento, tendremos que apretar sin ahogar hasta el momento en que decidamos decretar su muerte indolora.
Otra información de El Confidencial, ésta una premonición de Cacho. Por si acaso es verdad, voy buscando trabajo en Portugal.
03/11/2009 a las 13:55
Curiosamente, yo también he pensado que Rato en CajaMadrid era sobre todo una solución política a alguien «incómodo» dentro del PP… una solución agradable para Rajoy (se quita a un posible competidor del camino, Rato tiene mucho predicamento frente a un líder débil como el actual), cojonuda para Gallardón (que queda reforzado frente a su eterna enemiga), y pésima para Aguirre (quien no podía criticar la validez de Rato sin quedar como tonta, ni tampoco aprovechar un Rato reconvertido en líder para crecer ella a su sombra, cosa que no sucederá porque Rato en Caja Madrid vuelve a quedar medio fuera de las quinielas; y al no ser reprobado Gallardón vía Cobo, queda como la mala de la película frente a un Rajoy reforzado con quien «parece» haberse enfrentado cuando no era del todo así).
Añádase Gürtel, réstese Pretoria, y lo sorprendente es que el PP todavía supere en más de 3 puntos al PSOE en intención de voto… :S Tenemos lo que nos merecemos (igual me exilio cualquier día de estos…).