Con el uso de los medios sociales, se acelera la difusión de datos, pero no se asegura que esos datos sean verdad. Convendría que incorporáramos los hábitos de la prudencia y la comprobación de hechos, antes de dar por buenos los datos que recibimos.

Éste es un caso que se dio con el Papa Francisco, pero que se da con bastante frecuencia en muchos temas, se muestra un hecho -a veces acompañado de una foto que parece darle fiabilidad o un vídeo- y no se aportan pruebas de la veracidad. Se comparte, se enciende la viralidad de las redes sociales y, al final, era una moneda falsa.

¿Cuánta gente comprobó la veracidad de lo retuiteado o difundido en Facebook? No lo sabemos. ¿Cuánta gente se habrá quedado con la versión falsa? Tampoco lo sabemos.

 

MediaShift . Fact-Checking Social Media: The Case of the Pope and the Dictator | PBS.