Un español financiaba ‘por amor’ al joven jefe de la célula de Al Qaeda desarticulada ayer en Málaga

Al leer hoy este apunte de El Confidencial, en el que cuenta que el cabecilla de la célula islamista era el «compañero sentimental» de un español que les financiaba, me acordé del caso de John Walker Lindh, el llamado Johnny Jihad, quien también mantenía -según Time- relaciones sexuales con sus maestros en la madrasa pakistaní y de Mohamed Atta, quien también tenía relaciones homosexuales con alguno de sus compañeros terroristas.

Quizá sea el componente de odio a la mujer que destilaba Atta o el de adoración al líder, pero no deja de ser curioso que en el islamismo radical violento se dé con tanta frecuencia el comportamiento homosexual.