En el caso de Vigo, en cuya demarcación habitan unas 600.000 personas, se dieron tres licencias. Una para Localia (Utega S.A.), otra para el Grupo Moll (Faro de Vigo) y otra para Rías Baixas de Producciones (Grupo La Región de Orense). Televigo, una televisión puramente local que viene emitiendo desde hace 11 años, se queda sin licencia, con 100 personas que están trabajando en la empresa, 39 de ellas en nómina.
Solamente Localia, de las tres televisiones que consiguieron licencia, está emitiendo, las otras dos no tienen ninguna infraestructura.
En la rueda de prensa posterior al Consello, Emilio Pérez Touriño afirmó que las locales que están emitiendo en analógico deben cesar sus emisiones.
Según algunas fuentes, no lo puedo asegurar, en el Consello hubo discrepancias. Los conselleiros del BNG se oponían a esta adjudicación de licencias pero pesó el número y se impuso la opinión del PSOE.
Televigo va a recurrir a los tribunales, pero creo que la única oportunidad que tandrán para sobrevivir será a través de la opinión pública.
La concesión de licencias televisivas, desgraciadamente, es un mangoneo político. Las actuales concentraciones de medios en pocas manos (prensa, radio y televisión) propicia que las concesiones administrativas actúen como un dominó: si presiono en la tele, me gano una radio y un periódico amigo. Los intereses políticos y de grupo se imponen al servicio a la sociedad.
Espero que muchas personas que se dicen de izquierdas dejen de hablar exclusivamente del PP cuando se refieran a la censura, presión política sobre los medios y cierre de empresas no adictas.
PS: Es de reseñar que Localia y el Grupo Moll no son de capital gallego, lo cual explicaría la disensión del BNG.