DanielTercero.net: La verdad no importa, para algunos Cierto, que la verdad no importa para algunos, sin embargo, otros bloggers que son periodistas son excelentes bloggers y periodistas. Es el caso de Daniel Tercero.
La mediocridad está al alcance de todos. Reaccionar con prisa y saña cuando se supone que se puede morder el tobillo de uno que nos molesta es lo propio de algunos «periodistas profesionales» que más bien parecen perros de presa. Lo triste es que sigue pasando entre los periodistas bloggers. El caso de Albert Rivera o el caso El Periódico es una buena prueba. El PP y El Periódico dicen que Rivera ha sido militante del PP hasta ahora mismo (si no se ha dado de baja de su no militancia). La noticia se replica hasta el infinito sin que ningún blog se haga la pregunta que se han hecho Daniel y Maty: ¿dónde están los recibos de las cuotas?
Dice Daniel:
El secretario de PolÃtica Local de Nuevas Generaciones de Cataluña -por el que pasaban todas las afiliaciones al partido-, el año que Rivera firmó el papel de afiliado, me confirma que el mismo impreso que servÃa para afiliarse al PP era utilizado para los que solicitaban información más detallada. Como la figura legal del simpatizante no existÃa hasta 2004, esa -la de firmar la hoja de afiliado- era la única manera de poder contar con datos del interesado. De ahà que la aparición del pago de las facturas sea totalmente determinante para este caso.
Las buenas noticias son que:
A) Hay también bloggers periodistas con criterios de transparencia, exactitud, profundidad y juego limpio. SÃ, los famosos cuatro pilares que Dan Gillmor querÃa establecer en el periodismo ciudadano: thoroughness, accuracy, fairness and transparency. Por ejemplo, coger el teléfono o enviar un email a alguien que puede saber la verdad es lo básico en un periodista o en alguien que quiere jugar limpio.
B) No cabe duda de que la propaganda, el acoso tienen un recorrido más corto en Internet. Claro que sólo para aquellos que quieran saber la verdad. Quien se encuentra más cómodo en la propaganda seguirá fiel a la propaganda, aunque le ofrecieran un millón de fuentes fidedignas en las que beber.