Lo llaman reportaje, pero es un editorial
Pero lo más sorprendente del texto es el esfuerzo que hace para contraponer lo que dijo Juan Pablo II sobre el infierno y lo que afirma Benedicto XVI. Aquí el problema es simplemente de saber leer. Y como esto hay que darlo por supuesto, cabría concluir que lo que se pretende es tergiversar (RAE: «dar una interpretación forzada o errónea a palabras o acontecimientos»).
Para no cansar, dejo de lado la afirmación de que la historia del pecado original («sucedido en un paraíso que la ciencia tampoco pudo encontrar») se la inventó San Agustín… Resumen: piensa lo que quieras y escribe lo que quieras, pero no me lo llames reportaje.