Hace unos meses fue la concesión del Príncipe de Asturias a Fernando Alonso, un deportista que tenía que demostrar todavía que estaba a la altura de otros consagrados. Ahora es la concesión del premio a Bill Gates y su esposa Melinda. Lo siento, pero los miembros del patronato han entrado en barrena: el personaje más antipático para los internautas, el más pesetero de los fabricantes de software, es agraciado con un premio que conlleva prestigio social y el nombre de «mi» país.
¿Cuánto dinero le ha costado a Gates este premio?