Ración de propaganda Completo en seguir leyendo.

El PSOE de Zapatero inició la moda de las ruedas de prensa sin preguntas hace meses. Luego se descolgó con las imágenes de los mítines servidas por el PSOE, eliminando la presencia de cámaras en los eventos (no vaya a ser que a ZP se le escape un gallo, le tiren un huevo o no le jaleen lo necesario).

Un pasito más es esta actividad presidencial de reunirse con un señor llamado Ibarretxe, lehendakari en funciones, para negociar no se sabe qué. Un señor, Ibarretxe, que a su vez se reunió hace unos días con otro tipo, Otegi, que no representa a nadie.

De estas reuniones ni hay información ni se espera. Son cosas de mayores.

La reunión entre Otegi e Ibarretxe fue calificada de ofensa a las víctimas por Peces-Barba. Debe de ser que ofendió ese día y a los dos días ya se puede uno reunir con el ofensor, aunque no haya habido disculpas ni explicaciones. Es lo que tiene el talante.

Ración de propaganda
Ramón Pi

La actitud de José Luis Rodríguez Zapatero y Juan José Ibarretxe Markuartu de esconderse de los periodistas tras su reunión en La Moncloa revela la determinación de no consentir que se les hagan preguntas. No se trata de no contestar, que eso ya lo hacen habitualmente cuando les preguntan, sino de suprimir las preguntas mismas. Este modo de proceder también pone de manifiesto que consideran a los medios como meros instrumentos para su propaganda, y no como intermediarios para su relación con la opinión pública, o con los ciudadanos en general.

La prueba del nueve de esta interpretación la tenemos en que, después de haber suprimido su comparecencia ante los medios, no han renunciado, sin embargo, a hacerles llegar la ración de propaganda en forma de nota por escrito. Pero la nota de La Moncloa da una información no deseada por los que la emiten. Por ejemplo, da por sentado implícitamente que Ibarretxe será el próximo lehendakari. Por más que la aritmética parlamentaria tras las elecciones vascas invite a pensar que Ibarretxe tiene más posibilidades, Rodríguez no tenía necesidad de propinar esta bofetada política a su correligionario Patxi López, que ha anunciado que él también presentará su candidatura.

Y está también el lenguaje. Rodríguez ha renunciado a llamar a las cosas por su nombre. “La violencia y los violentos”: ¿qué pensarán las familias Pagazaurtundúa, o Casas, o Buesa, de esta terminología? O “avanzar en el autogobierno de Euskadi”: ¿falta mucho para llegar a la meta? ¿A cual meta? Eso de “avanzar”, en boca de Ibarretxe y otros separatistas, se entiende. Pero en boca del presidente del Gobierno, ¿qué querrá decir?