Aunque la noticia me alegra, no sé si es prematuro tanto el comentario del secretario (realizado antes de que tengamos un nuevo Papa y en pleno precónclave) como la posibilidad real de una canonización en seis meses (sería un récord desde los tiempos en que se proclamaban santos por aclamación popular). Personalmente creo que JPII es un santo, pero no veo una especial necesidad de acelerar procesos de reconocimiento que han demostrado funcionar bien en el pasado. De todos modos, si se hace bien (con las garantías necesarias)… pues me parece bien.