Agca por Sofía o el valor de una bala – ELPAIS.es – edición impresa – Opinion

Agca es pivote en la historia, tan protagonista al fallar como lo habría sido acertando. Si Wojtyla muere, aquella década habría sido otra y nuestro mundo no sería éste.

Hoy serían más los que nos hablarían de los éxitos del «socialismo real» y la «democracia avanzada». Serían más los que difamarían a los demócratas y liberales anticomunistas como fascistas, cuando los que han pactado siempre con los nazis, los han emulado, acompañado y superado en el crimen son ellos, los que lamentan que Agca errara y creen de vuelta la hora del laboratorio social, de la coacción redentora, en Cataluña o Bolivia. Los comunistas tendrían las cuentas saneadas. Ceaucescu le regalaría más relojes a Carrillo. No escandalizaría la indecencia de este anciano al despreciar a decenas de miles de rumanos torturados y asesinados por su «amigo íntimo», según él un amable gobernante al que los rumanos hoy elegirían en las urnas. En fin, si Agca no falla, serían aun mayor legión quienes pretenden con Carrillo haber tenido razón con ideas que sembraron de millones de muertos Europa y el mundo entero.

Hermann Tertsch

Parece ser que Alí Agca, el turco que disparó contra Juan Pablo II en 1981, va a salir de la cárcel. Hermann Tertsch dedica hoy en El País este artículo al complot soviético para acabar con el Papa polaco. La verdad es que causa escalofríos pensar en la posibilidad de que Agca no hubiera fallado.

Ojo a las andanadas que envía a los nostálgicos y a los que lamentan que fallara.