Sé que el titular puede sonar excesivo pero lamentablemente me temo que estamos ante un presidente de Gobierno tan sólo interesado en mantenerse en su poltrona, aunque sea flanqueado por pistoleros de ETA o Batasuna.
Es espeluznante el paso que ha decidido dar Zapatero: que autorice al PSE a dialogar con el brazo político de ETA, Batasuna, cuando no ha renunciado a sus lazos con ETA, cuando no ha pedido perdón a las víctimas, cuando siguen inmersos en causas judiciales, es expresión clara de que a Zapatero la legalidad vigente no le importa nada.
¿De qué tienen que hablar? ¿De la urgencia que tiene Batasuna en presentarse a las municipales para conseguir dinero, control sobre la policía municipal y los censos del País Vasco? ¿De que Arnaldo Otegi no quiere pisar la cárcel? ¿De que la Ley de Partidos ha acabado con la posibilidad de que el terrorismo imponga sus postulados? ¿De que lo natural es que la izquierda abertzale y el neoprogresismo zapaterista se alíen en el País Vasco? ¿De que en España sobra la mitad de la gente y ya que no puedes matarla habría que aislarla?
Se ha utilizado muchas veces la expresión de que el terrorismo de ETA es como un tigre que algunos políticos intentan cabalgar, pensando que pueden dominarlo. Siempre acaban en el suelo, destrozados. En este caso tenemos un jinete loco cabalgando un tigre desesperado.
Lo peor es que el jinete loco no se cae del tigre y vienen a por nosotros.