La TVG, la Televisión de Galicia, lleva 16 años sin contratar a un solo trabajador fijo. Todas las personas que han entrado en esos años -que son muchas- son eventuales y, por lo tanto, sujetas al dedazo tanto para irse como para quedarse, situación que a los políticos les viene muy bien, como todos podréis comprender.

No sé si sabéis que el Gobierno de Z legisló (la famosa ley Caldera) que las empresas -tanto públicas como privadas- debían contratar como fijos a todos aquellos trabajadores que tuvieran una relación estable con la empresa durante más de dos años. Este es el caso de los cientos de trabajadores de la TVG que están eventuales desde hace mucho más tiempo y que el Gobierno PSOE-BNG sigue manteniendo en una situación precaria y sin encontrar una solución justa para hacerlos fijos.

Llevan años luchando por sus derechos y en estos últimos días tuvieron la iniciativa de reunir firmas del personal, fijo y eventual, para presentar ante varias instancias de la Xunta. Los medios se hicieron eco de la iniciativa, que consiguió reunir 562 firmas de los alrededor de 900 trabajadores.

Tras la presentación de las firmas ha empezado el ataque de nervios en la cúpula directiva (y partidista) de la CRTVG e incluso entre los sindicatos (partidistas). Han pedido que se les den los nombres de los firmantes, han empezado las llamadas a algunos de ellos y las presiones.

Con aquellas promesas que traían de despolitizar la Radio y Televisión gallegas, el PSOE y el BNG hicieron creer a muchos trabajadores que las cosas iban a cambiar y lo que tienen ahora es un fiasco integral. Del espectáculo de Losada a las cazas de brujas, la Televisión de Galicia es la pantalla de un bipartito descalabrado que se mantiene gracias a la ausencia de oposición. Buenas días y buena suerte.