El Huffington Post

JAVIER PÉREZ DE ALBÉNIZ escribió:

 

Para buena parte de periodistas y teóricos de la información, la profesión comenzó a morir cuando los contenidos pasaron a ser gratuitos. Gratuitos para el consumidor. El Huffington Post, la web del grupo Prisa que se inauguró el pasado jueves, pretende cerrar el siniestro círculo con una vuelta de tuerca al concepto “free”: esos contenidos gratuitos para el consumidor…a partir de ahora también deben serlo para la empresa. Un nuevo y sofisticado modelo de negocio. Y un programa de exterminio de periodistas, puesto que coloca a los verdaderos profesionales de la información en el interior de un cepo de dos mandíbulas, medios y consumidores, que no pagan su trabajo.

 

MONTSERRAT DOMÍNGUEZ, directora del producto contestó:

La gratuidad de los medios -como en el que tú escribes- y su impacto sobre el negocio tradicional que sustenta el periodismo es un gran debate ahora mismo. Pero sentenciar la muerte del periodismo por la irrupción de internet es pretencioso, y además falso. Nuestra profesión pasa por momentos muy complicados porque tiene que adaptarse a una revolución tecnológica sin precedentes, pero los que exploran nuevas fórmulas acabarán por encontrar el camino. Otros prefieren llorar como plañideras por lo que fue y ya no es, mientras esperan con fruición la hora del entierro para poder decir: “¿Lo ves? ¡Si ya te lo decía yo!”

Y si te resulta preocupante la gratuidad, ¿qué problema tienes entonces con la publicidad? Me resulta chocante que desprecies a nuestros blogueros porque su texto aparezca entre anuncios de coches, cuando a ti no parece molestarte que tu blog aparezca entre anuncios de entidades bancarias y grandes eléctricas. Aclárate, Javier.

Y ANNA GRAU resume:

El HuffPost es el fruto de las nuevas tecnologías combinadas con cierto nuevo descaro empresarial, pero no sólo. Es también el cartesiano y perfectamente predecible resultado de la evolución del periodismo hacia la vagancia, el sectarismo y la autoindulgencia. Agregar no será informar, pero hoy en día resulta que hay mucha gente que prefiere que la agreguen a que la informen. Que prefiere picotear de blog en blog a deglutir noticias o reportajes de los de antes que, por otro lado, en otros medios no abundan. Ser más coñazos no les convierte en mejores. Ni en más serios.

 

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