Ayer estuve en Santiago de Compostela para ver al Papa. Viajé en autobús desde Vigo, que está aproximadamente a 90 km.
Salimos a las 7 de la mañana de Vigo y llegamos aproximadamente a las 8:30 a Santiago, al aparcamiento 1, que estaba situado en el estadio de San Lázaro. Desde allí, el grupo se dispersó, unas personas se iban quedando por la ruta hacia la plaza del Obradoiro -ya que estábamos a 3 km aproximadamente de allí- otras personas llegamos andando hasta la Facultad de Medicina, en la calle San Francisco que entra a la plaza del Obradoiro.
Hacía frío y una espesa niebla llenaba todo de humedad, teníamos por delante una espera de más de cuatro horas antes de que el Papa pasara por delante de donde estábamos. Grupos que venían de Sevilla, Madrid, Asturias se iban sumando. Hubo quien intentó llegar al Obradoiro y consiguió entrar en la plaza para quedarse allí encerrado hasta las 7 de la tarde, hora a la que terminó la Santa Misa.
La seguridad era excesiva. Por el recorrido papal vallas por todas partes y un policía cada 5 metros y más policía detrás del público. Por la ciudad, vallas en las calles, policías cortando el paso… Sé, por ejemplo, que personas de la organización querían que entrara más gente en el Obradoiro y la policía se lo prohibió. El espacio del Obradoiro se parceló de forma excesiva y se impidió el flujo entre la plaza y las zonas adyacentes.
Así y todo, sólo hay que ver los vídeos de la Televisión de Galicia para comprobar que la visita ha sido seguida multudinariamente en la calle. El trayecto del Papa desde Lavacolla a la Catedral estuvo acompañado por miles de personas. La Santa Misa que el Papa celebró en el Obradoiro se siguió masivamente desde las plazas de la Quinatana -donde estaba yo-, el Toural, la Alameda, plaza de Cervantes, La Salle etc.