Los dos partidos políticos mayoritarios se han puesto de acuerdo en algo, además de en nombrar a Alberto Oliart, un anciano de 81 años, presidente de RTVE.
Se han puesto de acuerdo en competir a ver quién es capaz de hacer el ridículo más intensamente en Internet y quién consigue poner más puertas al campo. Dentro de nada prohibirán silbar los himnos del PP y el PSOE a todo el que no esté debidamente autorizado.
Si los partidos políticos españoles tienen algo decente es su militancia. Dispuestos a defender lo indefendible por lealtad, a trabajar en la oscuridad y a recibir como pago el desprecio de propios y ajenos.
Si el PP se ha puesto como lema, tras el penoso Comité Ejecutivo Nacional, el chitón; el PSOE ahora reprende a sus militantes por su intenso trabajo en Internet: Comunidad en red: Los políticos no saben manejar su comunidad – eTc :: El blog de Marketing en Español (Vía perfil en Facebook de Loreto Corredoira)
“Corresponde únicamente a la Comisión Ejecutiva Federal la creación de espacios institucionales en Internet y la actuación en este ámbito, en nombre del Partido Socialista Obrero Español.
Los afiliados y afiliadas no podrán utilizar en la denominación o identificación de sus espacios personales o colectivos los emblemas, símbolos, siglas o denominación del Partido en cualquiera de sus ámbitos, ni aquellos que puedan inducir a confusión con los espacios institucionales del Partido en Internet.
Los afiliados y afiliadas que contravengan lo dispuesto en este artículo incurrirán en las medidas disciplinarias previstas en el Reglamento de los Afiliados y Afiliadas.”
Es decir, ¡una institución que no sólo no alaba sino que amenaza a aquellos que exhiban sus símbolos defendiendo a esa institución!
¿Es el puño y la rosa propiedad del PSOE?
La reacción de los blogguers socialistas ha sido de indignación, según el enlace que pongo arriba.
las cúpulas de ambos partidos, con su afán controlador, en estos tiempos en que la información lo inunda todo, están cometiendo un enorme error. Están intentando tapar una caldera que está en punto de ebullición. Algo va a explotar y ojalá que sea pronto.