Hace ya unos días leí este post de Franco Alemán y el artículo que referencia.
Es sobre el manido tema de la prevención del Sida en África y la acusación a la Iglesia Católica -en concreto, a Juan Pablo II- de causar un genocidio al no bendecir el uso del preservativo.
Michael Cook, el autor del artículo, incide en algo que es de sentido común y que expuse en otra bitácora, parece que con poco éxito: sólo el 15 por ciento de los africanos es católico. Por lo tanto, pretender que lo que diga la Iglesia Católica sobre el preservativo es clave en ese continente es una pura y simple manipulación interesada.
Ese tipo de manipulación interesada se lleva a cabo desde tribunas muy relevantes, como la de Kristof en el New York Times o desde otras bastante menos relevantes en nuestro país.
Otra idea absurda subyace en el razonamiento: los católicos africanos no obedecen las enseñanzas de la Iglesia en materia de fidelidad y abstinencia pero sí lo hacen en materia de preservativos. Obviamente es un planteamiento muy ridículo pero aceptado entre determinado tipo de personas.
Pero vayamos a lo realmente importante, que es la realidad: ¿están los católicos africanos más afectados por el Sida que los africanos animistas, musulmanes o protestantes?
Superimposing maps of prevalence of AIDS on prevalence of Catholicism is enough to sink the link between the Catholic Church and AIDS. In the hospice which is Swaziland nowadays, only about 5 per cent of the population is Catholic. In Botswana, where 37 per cent of the adult population is HIV infected, only 4 per cent of the population is Catholic. In South Africa, 22 per cent of the population is HIV infected, and only 6 per cent is Catholic. But in Uganda, with 43 per cent of the population Catholic, the proportion of HIV infected adults is 4 per cent (9).
«Superponiendo los mapas de prevalencia del Sida con los de prevalencia del Catolicismo hay suficiente para hundir la unión entre Iglesia Católica y Sida. En el hospicio que es Swazilandia hoy en día, sólo el 5 por ciento de la población es católica. En Botswana, donde el 37 por ciento de la población adulta está infectada de VIH, sólo el 4 por ciento de la población es católica. En Suráfrica, el 22 por ciento de la población está infectada de VIH y sólo el 6 por cien es católica. Pero en Uganda, con el 43 por ciento de la población católica, la proporción de infectados de VIH es del 4 por cien».
Otro factor que hay que tener en cuenta es la pretendida eficacia del condón para prevenir el Sida. Como dicen los estudios publicados en The Lancet su eficacia para tal fin se limita al 80-90 por ciento cuando se utiliza siempre y bien. Algunas personas, de forma frívola, dicen que es un magnífico porcentaje. Sí, si no estuviéramos hablando de una enfermedad mortal. En el mejor de los casos viene a ser como jugar a la ruleta rusa con una bala alojada en un cargador de 10 disparos. Yo no jugaría.
Los hechos demuestran, según el artículo de Cook, que con el mayor uso del preservativo en África no ha descendido sino aumentado el número de personas enfermas. Cita los ejemplos, de nuevo, de Botswana y Camerún en donde la mayor venta de preservativos coincide con una aumento de la epidemia.
Datos en vez de prejuicios e interés real por las personas afectadas de Sida. Eso es lo que diferencia la actitud de unos frente a otros.
