La Moncloa dice que el que quiera acreditarse para cubrir la llegada y despedida del Papa y los actos en los que intervengan los Reyes y Zapatero, debe solicitárselo a ellos, no a la organización del evento que está coordinada con la Sala Stampa de El Vaticano.
Es otra descortesía más de las acostumbradas por el gobierno de Zapatero. He estado acreditada en la visita de Juan Pablo II a Santiago en 1989, a Polonia en 1991, a Portugal en 2000 y no hubo ninguna necesidad de doble acreditación ante la organización del evento y el gobierno de turno.
Zapatero está gestionando muy mal la próxima visita de Benedicto XVI a Valencia. En un principio quiso hacer que el Papa fuera por Madrid, para tener que evitar su desplazamiento a Valencia, en una ciudad que estará previsiblemente «tomada» por familias que muchas serán las mismas que el 18 de junio del año pasado se manifestaron por Madrid.
Por fin, ha decidido ir a Valencia pero reuniéndose en privado, nunca ante la gente, con el Papa. Teme la reacción pública, es normal. Debería, sin embargo, preocuparse por tener que huír ante gentes tan pacíficas y constructivas.
Como los medios van a transmitir ese encuentro, quiere asegurarse de que la transmisión va a ser a su gusto. Quizá se cuele algún medio no afín que pueda recoger algún gesto del Papa o de Zapatero que desluzca el evento ¿no?