Frente a una serie de documentales, «Memoria de España», que no ha dejado satisfecho a nadie pero que hay que reconocerle el mérito de intentar un difícil -quizás imposible- equilibrio entre hechos y sensibilidades, salta Caffarel con otro documental que es evidente no pretende ningún equilibrio, el de «Memoria recobrada».

Algunos, y no sólo dentro del PSOE, deberían «recobrar» la memoria y precaverse contra el «frentismo», el enfrentamiento ideológico de raíz que llevó a la Guerra Civil, basado en la negación del otro, en la descalificación y rechazo sistemático de las posibles razones y derechos de los demás. Algo que no fue para nada privilegio de uno u otro bando, al contrario, ambos lo practicaron a conciencia con desprecio de la vida y los bienes de los ciudadanos «contrarios». Estoy de acuerdo, de hecho me parece imprescindible, en que hay que recordar cómo se llegó a aquellos tristes hechos, porque olvidar es el primer paso para repetir errores. Lo que temo es que se haga una lectura sesgada de los hechos en favor de una política y de una/s presunta/s ideología/s. Eso es volver al frentismo, a la absolutización de la verdad propia, al pensamiento único que crea bandos irreconciliables.

¿Y por qué lo temo? Dos cantautores y tres escritores contarán la guerra civil y la represión franquista en TVE. Caffarel asiente cuando acusan a «Memoria de España» de señalar que «en los dos bandos existió idéntica represión». Yo vi esos capítulos de la serie y no noté nada parecido, más bien al contrario, por momentos se demonizaba o se cargaban las tintas contra las ideologías de derecha de la época, señalando sus absurdos y no sus lados positivos, mientras que la izquierda casi siempre aparecía positivamente tratada, cuando pecaba de similares incongruencias y fanatismos que la derecha. La diferencia radical no estaba en cómo pensaba cada bando, ni en su grado de «legalidad» (en la época la situación legal cambiaba con cada Gobierno); la diferencia estribó en quién ganó la guerra, y quién la perdió, porque las actitudes eran prácticamente idénticas: ganara quien ganara, el bando perdedor iba a ser reprimido salvajemente, como demuestran los antecedentes y el desarrollo de la guerra.

Y sí le reprocho a «Memorias de España» que quizás pasó con demasiado cuidado sobre la Guerra Civil, sus antecedentes y consecuencias, sin ahondar en las personas; pero no se pueden pedir milagros a una serie histórica sobre un tema todavía recalentado irresponsablemente por los políticos de todos los colores que tenemos -o sufrimos-.

Caffarel enmienda la plana a un equipo de catedráticos de Historia con un equipo de artistas, a quienes no les niego el derecho ni la valía para hablar de lo que les dé la gana; pero que no me dé a entender esta señora que eso es en bien de la memoria histórica, para eso hay profesionales cualificados, o hay otros modos de realizar un documental, con más puntos de vista (porque también es verdad que una visión pura de historiadores resulta algo tediosa en ocasiones, y poco cercana a las personas). Habrá que ver los capítulos de esa serie para juzgarla. Pero estos precedentes son pésimos. Continuamos con el frentismo y volvemos a la manipulación orwelliana de la Historia para el propio beneficio político; más de lo mismo.

Luego, eso sí, se les da una medalla… 😛