elmundo.es – Carod-Rovira consigue que retiren la bandera española en un acto de la Generalitat en Israel
Después de enfurruñarse porque no le habían puesto la senyera en el homenaje a Rabin, Paco Martínez Soria y Florinda Chico han seguido su ruta turística por Jerusalén.
«Al salir del Santo Sepulcro, la iglesia de referencia del cristianismo, el ‘president’ ha fotografiado a Carod-Rovira con una corona de espinas de una tienda para turistas».
Prometo que estas actitudes me desconciertan. Por la mañana se retira ofendido en su sensibilidad porque no le han puesto la senyera y por la tarde se ríe mientras se hace una foto con una corona de espinas en la cabeza. No hago un juicio de intenciones pensando que se está mofando de los cristianos o que le hace mucha gracia reírse de la devoción ajena, pero, ¿qué gracia tiene hacerse una foto con un instrumento de tortura? ¿Tiene la piel fina por la mañana y basta por la tarde? ¿Maragall tiene tan poca personalidad como parece? ¿Son los dos tan limitados y palurdos como da a entender la foto?