El post sobre los sueldos de Público ha sido la típica serpiente de verano. Debe de ser que había calma chicha, que el asunto ha provocado más atención de la que merecía.

Punto 1- Un confidencial publica, habitualmente, informaciones que ha conseguido de fuentes no oficiales. También habitualmente los medios informativos tradicionales publican informaciones filtradas, imposibles de probar. Es imposible, evidentemente, publicar sólo aquello de lo que hay constancia documental, porque eso no sería periodismo, sería ciencia forense, sería notariado, sería un registro de la propiedad o sería el BOE, pero el periodismo -esto es de primero de carrera- se diferencia de todo lo anterior en que cuentas con fuentes personales además de documentales. Para un desarrollo sobre el trato con las fuentes personales y cómo publicar lo sabido por boca de otro ver: Qué es el off the record

Como podréis ver en ese enlace, el caso que nos ocupa es el tercero: – Atribución con reserva obligada: no se identifica a la fuente y se filtra la información. Puede convertirse en abuso del medio de comunicación.

Es muy frecuente en el periodismo español. Es el famoso, «según ha podido saber el medio tal…», «según fuentes bien informadas»… etc.

Por poner un ejemplo en un tema no especialmente sangrante, el blog de Escolar titulaba: Vuelve Rato y enlazaba una noticia de El País que Nacho Escolar describía como Dirigentes del PP ofrecen a Rato un puesto en las listas electorales y que si pinchas en el enlace dice:

El PP recibe con aparente entusiasmo el regreso del ex vicepresidente económico
Rato informó a Rajoy y a Zapatero de su decisión de abandonar su puesto en el FMI
CARLOS E. CUÉ – Madrid
Los políticos son los primeros en no creer en las palabras de los políticos. De poco sirvió ayer el desmentido del entorno de Rodrigo Rato, director del FMI, que minutos después de anunciar que dejará ese puesto en octubre, señaló que «en ningún caso volverá a la política». Todos los dirigentes del PP consultados ayer, tras la sorpresa inicial -prácticamente nadie, salvo Mariano Rajoy, conocía la decisión- se mostraban en privado entusiasmados con la noticia porque asumían que podría tener una consecuencia inmediata: que acuda como número dos en la lista por Madrid al Congreso, como en 2004.

Es decir, no se dice nada sobre la oferta de puestos electorales, primer fallo. Como bien se ve, con desmentido por medio, el periodista no tiene empacho en decir que no se cree nada que digan los políticos. Y esa noticia la enlazaba Escolar y en ese momento le pareció buen periodismo, no como ahora. Y no matizó en absoluto que él no tenía ninguna información sobre el tema, como yo sí hice en la actualización ni tituló con la matización con que yo lo hice, señalando que era según ECD.

Permítaseme que mantenga yo una postura más equlibrada.

Mi posición sobre lo afirmado en ECD y por Nacho Escolar es mantener el juicio en suspenso. He enviado un correo a Javier Fumero, director de ECD, para saber si tiene algún dato más del tema pero estamos en fin de semana y no sé si tendré respuesta pronto, quizá esté de vacaciones. En mi opinión, puede ser verdad o no.

Punto 2.- Entonces, ¿por qué enlazas una información que no sabes si es verdad?

Porque me parece que en este caso hay una opacidad informativa muy sospechosa. Si Público va a salir en otoño (es decir, antes de diciembre) es sintomático que se hable tan poco del nuevo diario. La empresa, de Roures, no informa sobre sus planes sobre el nuevo medio, no ha habido más que rumores sin fuentes identificadas, como en el caso de los sueldos mileuristas, y el método de captación de redactores a través de Internet mediante un formulario en el que se dejaba información confidencial sin identificar a la empresa que solicitaba dicha información es bastante irregular.

Lo cierto es que no son unos ases en lo que se dice comunicación corporativa y transparencia y eso, en una empresa de comunicación, es muy sintomático.

En el aviso legal para la recolección de esos datos se dice:

A los efectos de lo establecido en el Artículo 5 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD), ponemos en su conocimiento que todos los datos personales recibidos serán incorporados a un fichero de la empresa editora del nuevo diario.

Pues bien, la mencionada empresa X incumple la ley ya que en ese famoso artículo 5 se dice:

1. Los interesados a los que se soliciten datos personales deberán ser previamente informados de modo expreso, preciso e inequívoco:

a) De la existencia de un fichero o tratamiento de datos de carácter personal, de la finalidad de la recogida de éstos y de los destinatarios de la información.

b) Del carácter obligatorio o facultativo de su respuesta a las preguntas que les sean planteadas.

c) De las consecuencias de la obtención de los datos o de la negativa a suministrarlos.

d) De la posibilidad de ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición.

e) De la identidad y dirección del responsable del tratamiento o, en su caso, de su representante.

No se sabe quién es el responsable de esa recogida de datos, ni sus destinatarios, se desconoce su identidad y su dirección. No obstante, sólo intuimos que es para recoger datos de redactores de Público porque su presunto director enlazaba desde su blog la página de recopilación de curriculums.

Sólo el tiempo permitirá saber si Público sale adelante, si su director será Nacho Escolar, si participarán en él Manuel Rico e Íñigo Sáenz de Ugarte, si pagarán 1.000 euros al mes a sus redactores y si hay algo parecido a un diario de 50 céntimos progresista a la izquierda de El País, apoyado por la Moncloa, dirigido al público joven que saldrá allá por el otoño de 2007. Mientras, según algunos, habría que hablar del tiempo o del clima, no vaya a ser que estemos desencadenando una persecución propia del macartismo. ¡Cuánta víctima!