Un grupo de estudiantes intenta reventar un acto de Rosa Díez en la Universidad Complutense de Madrid

Esto se añade a los intentos de agresión a María San Gil, Dolors Nadal, ambas del PP.

Hay un rasgo común: los agresores son jóvenes, mayoritariamente varones, de izquierda nacionalista y agreden a mujeres de derechas o no nacionalistas.

Me pregunto si alguien, por ejemplo, las socialistas, no deberían empezar a alzar la voz para defender a sus compañeras políticas ante el intento de agresión de estos bárbaros de izquierdas, aprendices de chequistas. ¿Es que a estos memos no les ha llegado el mensaje de que la violencia contra las ideas fulmina la libertad y que sus reacciones son propias del machismo más primitivo?

¿Por qué hay un número suficiente de jóvenes de izquierdas en Santiago, Barcelona o Madrid que se creen legitimados para atacar a mujeres que no piensan como ellos? ¿Es eso lo que aprenden en sus movimientos antisistema o en sus grupos sociales nacionalistas? ¿Quién les ha inoculado el odio a la discrepante? ¿Quién justifica su cobardía?

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