Gran parte de la responsabilidad del descrédito de los que los «expertos» es por piezas con titulares como éste en la portada de El País.
Un titular rotundo y sin matices sobre algo que es probable pero no seguro.
Cuando mañana, el mismo público, vea a otros expertos diciendo lo contrario, pues nada, ya hemos puesto otro granito de arena más para contribuir a la conspiración de los antivacunas o de los que se niegan a creer nada que tenga que ver con la ciencia.
El motivo de estas «noticias» es la triste confluencia de dos intereses: la de científicos que buscan publicitarse y que tienen que vender expectativas irreales y la de los periodistas que no admiten una verdad con matices y condicionales.