Si se trata de las españolas, la gran preocupación de los ahora escandalizados ha sido dar por supuesta su temprana iniciación sexual y garantizarles un sexo seguro y a sus anchas. Las “niñas” de 13 años se convierten entonces en jóvenes que ejercen sus derechos sexuales. La píldora, cuanto antes mejor. La del día siguiente, sin receta. Y, como tarifa de último recurso, el aborto sin autorización paterna y a cargo del erario público. Evidentemente, esto a quien más favorece es al adulto que se encuentra con alguna “lolita”. Es más, cabe decir que desde el estereotipo de adolescente sexy que pintan las revistas juveniles a la educación de sexo recreativo que se quiere imponer en la escuela, lo más probable es que triunfe el modelo “lolita”.
04/11/2010 a las 21:37
No hay mejor cosa que confundir churras con merinas y justificar la idioteces de la gente (por decirlo suvemente) con la libertad sexual de la mujeres.
Pero en fín, alla cada cual con su conciencia y con sus criterios morales.