Ahí tenemos a un PP pegándose tiros en los pies, un día sí y otro también: que se vayan los liberales y conservadores del PP, que se calle Esperanza Aguirre, que embide o calle, que Rajoy es independiente de una radio y un periódico… y mientras, el trasvase del Ebro, la crisis que no existía ahora existe para Solbes, ETA poniendo bombas.

Rajoy parece molesto de tener 10 millones de votantes que van por delante de él en su convicciones. Parece molesto de que FJL y El Mundo le den espacio a tendencias ideológicas QUE FAVORECEN AL PP, parece ansioso por deshacerse de la molesta multitud que acudió a las manifestaciones y que luego le votó. Como dice Tomás Cuesta hoy en el ABC: «Lo que no consiguió Zapatero en cuatro años -que la derecha se avergüence de encarnar a la derecha- podrían conseguirlo, en un pispas, los cerebros de Génova».

Efectivamente, como apunta Claudio en un post anterior, estamos ante una clase dirigente en el PP muy incómoda con los movimientos sociales que le han apoyado. Es realmente flipante, porque esos mismos movimientos sociales han asumido que el PP no refleja perfectamente sus ideales: los católicos le han votado, a pesar de que el PP no defiende la vida del no nacido, los partidarios de la unidad de España le han votado, a pesar de que la frivolidad de un Camps o un Feijoó suponen una concepción nacionalista valenciana o gallega, los que quieren una política más democrática y la plena separación de poderes le han votado, a pesar de que el PP no ha movido un dedo por la regeneración democrática, los liberales le han apoyado, a pesar de que sus políticas son de intervencionismo estatal, los que quieren libertad de educación les han apoyado, a pesar de que el PP mantuvo el sistema de conciertos y una educación desastrosa… y podría seguir así hasta el infinito.

Conseguir 10 millones de votantes ha sido una tarea en la que gran parte del peso ha recaído en las tragaderas de todas las personas que, sin ser del PP, han admitido que el PP es el menos malo de los partidos con posibilidades de ganar. Ahora bien, si lo que pretenden Rajoy y su equipo es que las radios, los periódicos, los movimientos sociales que han logrado que se le vote callen para siempre (junto con Esperanza Aguirre) que vaya preparándose para ser de nuevo AP y que las personas que se sienten expulsadas de la política del PP busquen otras siglas. Que eche cuentas y a ver quién sale perdiendo.

Y para terminar, unas palabras que pronunció Rajoy y que a mí me engañaron. Fue en Madrid el 11 de marzo de 2007, en pleno proceso de negociación entre el Gobierno y ETA, con los partes médicos de de Juana Chaos por medio: una multitud escuchó y aplaudió estas palabras:

Somos una voluntad en marcha. No nos vamos a resignar. No nos
cansaremos de combatir por nuestros principios. No renunciaremos a
conquistar lo que es justo. No nos rendiremos jamás.

Pues eso, Mariano, que te has equivocado de gente. Tú te has cansado, los demás seguimos en la brecha.