Lo que está en juego, ya lo hemos dicho, no es eso: no se trata de justicia, pero sí de una transformación radical de la sociedad. Hemos podido, en efecto, sorprendernos de que los gays, emancipados voluntariamente, se rían repentinamente de la vieja institución matrimonial. Didier Eribon, uno de los pensadores de la actitud-gay, lo confiesa directamente: “La reivindicación del matrimonio, presentada repentinamente como reaccionaria, es, en efecto, más subversiva que el discurso de la subversión. Tiene un efecto desestabilizante del orden familiar, sexual y de género mucho mayor que la subversión embrujadora” (Regards nrº 5, mayo 2004).

(Recensión del libro Du mariage au bordel : l’offensive idéologique du lobby gay, traducida y publicada en español en el excelente blog de Marta. Recomiendo leer entera la anotación.).

El libro debe de ser terriblemente interesante porque reflexiona sobre las bases ideológicas que están debajo del pseudo matrimonio gay. Una contribución neta al debate que hay en Francia y que en España no existe, dado el desierto cultural en el que nos movemos.

Pedro Zerolo: «Ser homosexual es tener una orientación sexual determinada. Ser gay es un compromiso, primero contigo mismo, un compromiso de cambio, «individual, poroso y participativo», que decía Whitman. Por tanto, lo gay se convierte en un movimiento de transformación social, transgresor y de izquierdas, como de izquierdas han sido todos los movimientos de liberación».

Pedro Zerolo: ¿Y después del matrimonio qué?

Después del matrimonio una buena luna de miel. Seguir luchado y educación, educación y educación. Después de la igualdad formal, que es la mejor medida educativa que hay, para la realidad discriminada y para los de fuera, la educación para alcanzar la igualdad social y material.

Detrás de la «reivindicación» del pseudo matrimonio homosexual está, por tanto, la transgresión, la desestabilización social, el cambio de las mentalidades de los menores a través del adoctrinamiento que Zerolo llama educación. El cambio del significado de la palabra matrimonio por imposición legal es el principio de lo que el movimiento gay pretende: una sociedad empapada de ideología de género radical.

¿Qué implica la ideología de género radical? Separar las bases biológicas y culturales del sexo. Por una parte estaría la base biológica sexual, somos hombres y mujeres biológicamente pero, según el lobby gay, culturalmente podemos ser lo que queramos. Según ellos, la biología, la naturaleza, no significan nada, son estorbos.

Basada en esa ideología de género se consagró la tragedia de Brian y Bruce. «El médico confiaba ciegamente en que Bruce podía ser educado como una chica. Desde una perspectiva experimental, Brian Reimer sería el individuo perfecto para hacer de control: su herencia genética era idéntica a la de su gemelo Bruce. La única diferencia es que uno podría ser educado como una chica, y el otro como un chico. El énfasis de Money en la educación por encima de la naturaleza encajaba a la perfección con el espíritu progresista de la época, sobre todo con el movimiento femenino, cuyos defensores aseguraban que el papel tradicional y social de la mujer no venía biológicamente definido». Ambos gemelos acabaron suicidándose.

No sé si muchas personas se dan cuenta de que el lobby gay quiere un tipo concreto de sociedad y que, tras la aprobación del pseudo matrimonio homosexual, vendrá un reguero de medidas ideológicas en el mismo sentido: revisión de los textos escolares para introducir la ideología de género, sesiones con los menores para que se cuestionen su identidad sexual, alteración del lenguaje para adaptarlo a la nueva situación, mentalización propagandística sobre el nuevo significado de las palabras.

Creo que es bueno que estas cuestiones salgan a la luz para que las personas que, inadvertidamente, aplauden el pseudo matrimonio gay sean conscientes de que su vida y la vida de sus hijos va a cambiar. Es, por lo tanto, plenamente justificada la alarma que crea esta nueva situación jurídica entre las personas que no desean poner patas arriba el orden social. Personas que son de derechas y de izquierdas, personas con y sin religión, personas que piensan que está en juego la civilización tal como la conocemos para dar paso a un caos provocado artificialmente.

PS: como dice JJ García Noblejas, escribir «matrimonio homosexual» es el perfecto oxímoron, la creación de un nuevo significado uniendo conceptos contradictorios. De modo que a partir de ahora intentaré escribir «pseudo matrimonio» cuando me refiera al de dos personas del mismo sexo.