Ayer estuve viendo un vídeo de 30 minutos en el que Pablo Iglesias presentaba un libro de Jorge Alemán. Me lo vi entero porque el acto fue el 6 de octubre y como Podemos está en medio de un debate de esos que les gustan tanto a este tipo de gente que pertenece a Podemos, me pareció interesante escuchar la argumentación de Pablo Iglesias. La verdad, siguiendo a los medios no me aclaraba muy bien sobre cuál era el debate.

En 9’21» menta a Marshall McLuhan, pero no por nada que haga referencia a lo que decía McLuhan sino por su intervención en la película Annie Hall de Woody Allen. Simplemente una nota: McLuhan, Pablo, no era un teórico de la comunicación y Marshall McLuhan jamás hubiera dicho a nadie que no tenía ni puta idea de algo (palabras que Pablo Iglesias pone en boca de McLuhan en la citada película). Fin del desahogo.

En el minuto 10’45» me estuve riendo un minuto largo, porque después de haber nombrado a Woody Allen lee una frase del tal Jorge Alemán y la frase es digna de una película de Allen, con lo cual el efecto cómico es mayúsculo. Es mejor que la veáis.

En todo caso y como es buen divulgador, se entiende que su visión del momento político es la que sigue:

  1. Cavar trincheras
  2. Convocar a personas excluidas del debate político
  3. Asumir las demandas de esas personas excluidas, aunque sean demandas contradictorias
  4. Utilizar significantes sin significado para que puedan entrar todas esas demandas contradictorias
  5. Seguir haciendo trincheras y seguir haciendo política como si no estuviera en las instituciones
  6. Cederá todas esas trincheras, renunciará a todas esas demandas en el momento que tenga el poder. Él lo llama convertir la política en administración.

El punto 6 es el meollo del debate entre Errejón y él: Errejón piensa que ya deberían dejar de cavar trincheras y de estar con los de fuera porque de hecho están dentro de las instituciones (hay un partido político,están regentando ayuntamientos, comunidades autónomas, están en las Cortes etc.). Esto es mi deducción, no lo dice así de claro en el vídeo.

Pablo Iglesias, basa toda esta estrategia en su maestro Laclau, que él dice comprender muy bien. Laclau es el justificador a posteriori de los populismos. Digo a posteriori porque los populismos no necesitaron de un teórico para tener éxito, fueron fruto de la sagacidad y capacidad de arrastre de personajes peculiares como Juan Domingo Perón.

Voy a intentar explicar lo que pienso:

Antes al populismo se le llamaba demagogia, que es un término más adecuado para describir el oportunismo (demandas contradictorias), la manipulación emotiva y lingüística (significantes sin significado), el maniqueísmo (los excluidos y la casta, los de fuera y los de dentro, los buenos y los malos), el enfrentamiento social (cavar trincheras) que sólo tienen como finalidad alcanzar el poder. Pablo Iglesias reconoce que una vez alcanzado el poder, se acaba la política y empieza la administración. Es todo muy contradictorio, pero esto es ya para nota: se acaba la política, ¿para quién? Para Pablo Iglesias y Podemos, de manera que supongo que los que estamos fuera de ese poder tendríamos que organizar otro Podemos y así hasta el agotamiento. Si esto es un modelo razonable de política, me he perdido algo.

En segundo lugar, el populismo no es un partido, el populismo es un hiperliderazgo: chavismo, peronismo que intentan sobrevivir a sus caudillos con otros caudillos que no suelen poder continuar con el legado. Pablo Iglesias podría haber sido un caudillo populista y de eso iba su primera campaña electoral, pero no da el perfil: Pablo Iglesias cae mal a la mayoría de la gente. ¿Quién cae bien? Alberto Garzón. ¿Puede Garzón ser el tapado para ser el caudillo?

Por último, una reflexión sobre estos debates, el modelo Podemos y su origen: un grupo de profesores de Ciencias Políticas que no tienen ninguna experiencia laboral al margen de sus estudios. La concentración de esta sopa de conceptos y la visión del mundo que destila ese vídeo de 30 minutos me hizo pensar que Pablo Iglesias ha estudiado mucho sobre un tema muy concreto y vive en un mundo perfectamente coherente al margen de la realidad.

Cuando daba clase a los alumnos que iban a hacer la tesis doctoral les proporcionaba un gráfico en el que un profesor americano, Matt Might, explicaba el proceso de aprendizaje que lleva la investigación académica. La traducción del gráfico al español se puede encontrar aquí.

El profesor Might muestra que tener un doctorado es en realidad como producir una pequeña protuberancia en el conocimiento humano, pero como estamos tanto tiempo enfocando en el mismo campo de estudio, cambia nuestra percepción del mundo y pensamos que el mundo es nuestra protuberancia. Termina con un consejo: no olvides tomar distancia (don’t forget the whole picture).

El doctorado, su auténtica dimensión

El doctorado, su auténtica dimensión

Las dimensiones de tu experiencia académica

Las dimensiones de tu experiencia académica

 

 

 

 

 

 

 

 

Pablo Iglesias se sabe muy bien a Laclau, pero no es capaz de ponerse en otro lugar que no sea su propio punto de vista teórico. Lo cual me lleva a una frase de Tomás de Aquino: «temo al hombre de un solo libro».