Los que formaban el séquito de un caudillo deben permanecer con él en el caso de que éste muera. A esta suprema fidelidad llaman consagración o devoción
Plutarco, Sertorio, 14
El espectáculo de ver a una multitud de personas vincular su destino al de un caudillo impresionó a los romanos. No me extraña, era un espectáculo primitivo y bastante irracional, un espectáculo que chocaba con la profunda convicción romana de que el hombre libre no se arrodillaba ante un igual. Pues bien, la devotio iberica sigue existiendo en el siglo XXI.
El asunto del cambio de contrato de FJL se está convirtiendo casi en un episodio numantino. César Vidal comparándose o comparándolo con un héroe que defiende Roma de los bárbaros y es despedido por no ser católico, PJ Ramírez comparando la situación con su salida de Diario16, Luis Herrero comparándolo con el antenicidio y uniendo su destino trágico con Losantos; y miles o cientos de miles de oyentes entrando a trapo y dispuestos a defender al caudillo caiga quien caiga.
Si a alguien le cabía alguna duda de que éste no es un comunicador sino un caudillo ya la tiene despejada. El protagonista, claramente, es él, no la información ni la verdad.
Jiménez Losantos tiene virtudes y defectos, algo que Luis Herrero ha recordado en la tertulia pero que acto seguido parece olvidar. Su programa no está en un ciclo de subida sino de agotamiento. Hace meses, lo que FJL decía era reproducido por partidarios y detractores pero hace meses que lo que dice es irrelevante porque es siempre lo mismo y mal fundamentado, simplemente gritado. La gente se cansa y su ritmo de trabajo es trepidante, no ha sabido parar y ha seguido obsesionado por los mismos temas, al margen de la realidad, cada vez más aislado de la realidad. Me recuerda a Aznar.
PS: lo de que la emisora conseguida en la Comunidad de Madrid – mejor dicho en Madrid capital, la única concedida en la ciudad – se la ofrecían a la Cope si seguían trabajando en ella, algo dicho por César Vidal, suena a broma. Una frecuencia radifónica es una licencia administrativa que tiene que tener una empresa detrás y emitir contenidos propios, no se puede ceder ni revender, de modo que menos victimismo, menos vender favores imposibles y más verdades, por favor.
Actualización: una concesión de radio será transferible sólo previa autorización administrativa.
14/04/2009 a las 15:01
¿Sabes por qué mucho tenemos ese afecto por FJL que tanto te extraña, Montse? Pues porque es un valiente. En una España en la que la cobardía abunda por doquier y en la que incluso tenemos a una banda de cobardes gobernando, tener a un valiente en una emisora de radio desafiando amenazas, intentos de taparle la boca, y presiones no sólo desde el poder, sino también desde la derecha y la izquierda.
Dicho sea de paso, si muchos Obispos demostrasen esa misma valentía, como por ejemplo la demuestra Rouco, estoy seguro de que muchos les seguirían con el mismo entusiasmo que siguen a FJL. El problema, claro, es salir por ejemplo el 29 de marzo a defender la vida en las calles y encontrarte que sólo un Obispo ha apoyado la movilización. Yo soy católico, ya lo sabes, pero empiezo a entender tanta «devoción» por Federico cuando ni siquiera los Obispos están donde se les espera.
Por cierto, tiene su gracia que afirmes que lo que dice FJL es «irrelevante», cuando le has dedicado las dos últimas entradas de tu blog…
14/04/2009 a las 15:21
Hombre, Elentir, las entradas no son por lo que informa sino porque se va (o no). Eso es lo curioso, que no produce información sino espasmos a favor y en contra.
Mira en Google Trends su trayectoria en los últimos años. Lleva meses siendo poco relevante:
http://www.google.com/trends?q=losantos&ctab=0&geo=es&geor=all&date=all&sort=0
La única relevancia en 2008 fue perder el juicio contra Gallardón.
A mí la valentía me parece muy bien y he defendido desde aquí el derecho de FJL a decir lo que le venga en gana, le he apoyado desde este irrelevante blog cuando le han atacado etc, etc. pero no trago con las medias verdades, que son mentiras. Que tu contenido único sea ser valiente, no importa si lo que dices es verdadero, justo o prudente… pues no, no es mi idea de un comunicador. Sí quizá de un caudillo, pero yo no busco caudillos, busco que me informen no que me conduzcan.
14/04/2009 a las 15:57
Comprendo a Elentir y comparto su sentimiento, pero estoy de acuerdo con Montse. Yo admiro a FJL por su valentía, a veces parecía el último mohicano de los periodistas amantes de la libertad de expresión, pero es un mal informador y hace años que debía haber salido de la Cope pues él no encaja allí. Y si bien en ocasiones FJL ha dicho verdades como puños que nadie quería oir, también es cierto que la inmensa mayoría de las veces ha sido un demagogo en la peor línea de sus críticos y criticados adversarios de la comunicación o la política. La diferencia estaba en su relativo aislamiento en un panorama mediático lleno de periodistas tibios, aburguesados, incompetentes o directamente en nómina (intelectual y hacia la izquierda).
No entro en las cuestiones empresariales, por importantes que puedan ser. Sólo tengo claro que Viriato era un cacho de salvaje antes de ser engañado por los mucho más listos y retorcidos romanos, y por muy épica que fuera su resistencia, siguió siendo un cacho de salvaje. Y con Viriato me queda el beneficio de la duda -pilla un poco lejos en el tiempo para estar seguro de su personalidad-, pero con FJL… pues como que no. Epica aparte, ya era hora de que se fuera. Esto no es un ataque contra su libertad de expresión.
14/04/2009 a las 16:04
¿Y a qué mentiras te refieres, Montse? Porque cuando yo hablo de valentía me refiero a la defensa de la verdad. Para defender una mentira no hace falta valentía, sino cinismo.
14/04/2009 a las 16:52
En este asunto me encuentro ideológicamente más a gusto en el planteamiento de Montse, tal como -sin saberlo inicialmente- he dejado constancia en mi blog. Y conste que entiendo muchas aunque no todas las razones de Elentir. El caso es que quizá soy -como académico, algo idealista, pero no ingenuo- y no habo por tanto mezclando indistintamente con las ideologías, cuestiones que son de trascendencia religiosa y/o metafísica: me refiero (o eso pretendo) en este asunto a dos cosas, hoy muy difíciles de separar con nitidez: cuestiones de ideología política y de prácticas habituales de trabajo en los medios de comunicación.
Hoy ya casi nadie piensa razonablemente en aquellas pamplinas pseudo-académicas de la «objetividad periodística» (el ser humano no se observa como el ornitorrinco) y demás engaños de presunta neutralidad, favorable a la manipulación comunicativa tipo Bernays, Lazasfeld y otros propagandistas de la democracia confundida con la cocacola, el «american way of life», o lo publicado en «lemonde». Toda una estrategia comunicativa que es (lo recuerda bien el ideólogo y académico Chomsky) estricta traducción en tiempos de paz, de las tácticas y estrategias comunicativas de persuasión en tiempos de guerra, cuando «vale todo», pues (dicen) el fin justifica los medios.
Entiendo de todos modos -sin entrar en zonas de escepticismo o relativismo- que no todo vale en el mundo de las prácticas de convivencia cívica, con tal de «llevarse el gato al agua», sea ello lo que fuere: votos, oyentes, lectores. Y menos en presuntos tiempos de paz y armonía ciudadana, en los que los golpes (con armas y con palabras) quedan quedan relegados por las posibilidades infinitamente más enriquecedoras para todos del diálogo racional práctico (retórico, poético, ético, político, estético)…
También entiendo, creo, que -una vez centrados en el campo de las ideologías referidas a la vida cívica- se puede entender que la ideología liberal para un converso del marxismo cono FJL tiene que tener una gran fuerza, pues se convierte prácticamente algo absoluto que sustenta el propio sistema de creencias y convicciones desde el que se actúa y se habla.
Sobre todo si por desgracia no hay más allá una fe religiosa que respetar y tampoco hay una praxis o etiqueta profesional práctica, prudenciual, del comunicador, como la «netiquette» en la red, que plantee algunos modelos tendencialmente comunes para el diálogo, cuando lo que está en juego es un saber acerca de la realidad y de cómo son y están las cosas en un momento y lugar determinados. Y para -a continuación y en consecuencia- tomar decisiones libres. Sin por tanto deducir las actuaciones de una ideología elevada a categoría de razón teórica necesaria o metafísica. Por esto me asusta -como ya dije en un comentario en mi blog- leer tantas «adhesiones inquebrantables» al liberalismo de FJL y sus ideas o intereses. Lo mismo que me desconciertan sobremanera las mismas «adhesiones inquebrantables» al Psoe de Z.
Si el sistema existente en la realidad española de hoy es, simplificando las cosas, que lo que importa es asunto de (casi) estricto poder desnudo y además de poder imponer el propio sistema ideológico en la vida de los demás, cuantos más mejor, entonces me temo que el respeto a la realidad de personas y cosas, el respeto a la libertad propia y ajena (vital, intelectual, política, etc.), la posibilidad de atenerse a un buscan conjunto la verdad y el bien, o la belleza, todo esto y mucho más, pasa a ser como los cristalitos de los conquistadores ante los aborígenes de la leyenda negra: abalorios para gente que no sabe que es el poder y sobre todo el poder lo que importa…
No soy tan ciego como para no ver que un pragmatismo de este corte -cuando no hay nada al margen, por encima de una ideología- es lo que aparentemente se dice y se ve que hay ahora en el gobierno socialista en España. Pero pensaba que para contrarrestarlo no era preciso plantear -como única política posible de comunicación informativa- un pragmatismo semejante pero de signo opuesto: liberal, en este caso.
Me temo que los ciudadanos somo algo de más entidad que meros números de votantes, consumidores, lectores, espectadores, u oyentes de radio, visitantes de sitios en internet. Y me temo que cuando se nos reduce políticamente (en uno u otro sentido) a tales funciones, estamos dejando atrás el presunto servicio a las personas y a la sociedad, algo que ni puede darse por supuesto, ni -por lo visto- mucho menos por sistema «puesto» en circulación. Al menos, parece en el solar hispano de nuestros días, en el que se ve que may mucho partidario de una socediad en la que la política y la comunicación públicas son entendidas de modo bélico: para que uno gane, otro debe perder. Y por tanto, no se trata de una sociedad, política ni comunicación comprensible como juego de suma positiva, en el que todos los que participan salen ganando.
Entristece este panorama, incluso cuando hay miras más allá de la ideología, hacia terrenos de trascendencia metafísica y vital. (Pido excusas al lector apresurado por este largo soliloquio). Un saludo.
14/04/2009 a las 17:32
Elentir, FJL te gusta porque grita. A mi me echastes de tu facebook porque no te gustaba mi opinión razonada y tranquila.
Montse: Es que está clarísimo lo que dices. Das totalmente en el clavo. FJL es un señor que fuera de España, no habría sido posible. Y la España de los gritos y los garrotes se tiene que acabar. FJL debe de dormir más, trabajar menos, y entonces, sus editoriales serán mas razonables, y su forma de comunicar más realista.
Gracias y saludos
14/04/2009 a las 17:47
A mí me gustaría que se concretara un poco en cuáles son esas mentiras, porque yo, de verdad, las desconozco.
Creo que FJL ha cometido errores de bulto (uno de ellos es UPyD; otro E. Aguirre, así de claro) pero, claro, es que es humano, más también creo que es un señor que defiende vehementemente aquello en lo que cree, que es en gran -no en toda- parte aquello en lo que yo también creo. Y lo defiende, a ver quién puede negarlo, sin importarle las consecuencias. Eso se llama ser una persona libre. A mí, qué queréis que os diga, me produce admiración. Yo también quiero ser libre. Y las formas (¿qué formas?) me preocupan más bien poco si el fondo es el correcto.
Así, FJL ha conseguido algo que en España jamás había sucedido: enfrentarse a todo el régimen (derechas, izquierdas y mediopensionistas) a la vez que ser seguido,escuchado y, lo más grave, aplaudido, por miles de ciudadanos de a pie y, encima, no acabar, pese al intento de lo peor de la derecha, en la cárcel como acabó Mario Conde.
Yo no creo que cambiar un dial -el día que no esté FJL en COPE yo no sé si sintonizaré otro dial pero sí sé que el de COPE nunca más, como en su día supe que el de Antena 3 radio nunca más- sea hacer seguidismo de un caudillo y si alguien me parece cualquier cosa menos un caudillo es precisamente FJL -y esto no vale por toda la gente que le rodea, conste-. También creo que los amigos están a las duras y a las maduras. Y creo que FJL tiene buenos amigos, como se ha demostrado estos días. Y eso es envidiable (siempre sanamente, claro).
Personalmente creo que si finalmente FJL deja COPE va a haber tres grandísimos perjudicados: los trabajadores de COPE a cortísimo plazo y el PP y la propia Iglesia, sobre todo esta última sobre quien recaerá la culpa popular -y anda que no hay querencia a echarle siempre la culpa a la Iglesia-, a medio plazo. Es más, creo que la propia Iglesia perderá el altavoz que le permitía tener influencia real en la sociedad y llegar a aquellos que somos «malos católicos» o que ni tan siquiera son creyentes, pero que como oíamos COPE a mediodía oíamos el programa de la Iglesia y nos habíamos empezado a volver a sentir cercanos a algo de lo que nos habíamos alejado por lo que sea. (es mi caso particular. Yo el día que leí el blog de FJL lo primero que comenté en casa fue: si es que cada vez que trato de reconciliarme ¡zasca!)
Y la realidad es esta: FJL se irá, si sus abogados se lo dicen (ojo, que todos los trabajadores de España, sean quienes sean, tienen derecho a defender sus contratos en caso de que estimen que hay un incumplimiento contractual por parte de la empresa) con su música a otra parte y una buena parte de la audiencia de COPE y seguirá siendo el hombre libre que es.
Vaya pan como unas tortas que han hecho algunos…
Yo es que no lo acabo de entender. Palabra.
Y encima lo mal que lo han hecho. Porque vamos, es para poner al Coronel de patitas en la calle ya mismo por inútil. Por lo de COPE y por lo del CEU ya que estamos.
14/04/2009 a las 17:54
Sólo una aclaración: una frecuencia de radio es adjudicada a una empresa y para que cambie de empresa se necesita autorización administrativa, pero sus propietarios pueden decidir emitir parte o la totalidad de la programación de otra empresa sin autorización de nadie. Lo que se ha ofrecido a la COPE es que la emisora concedida a Unión Liberal Radio emitiese los programas de la COPE, siempre, claro que entre esos programas estuviesen los de Federico y César.
Respecto al tema de fondo, no veo qué tiene de malo que a la gente le guste (o no) un comunicador y decida escucharlo en la COPE o en otra radio. Lo lógico es que esa decisión sea de la audiencia y de las empresas en virtud de ésta y de la rentabilidad. Audiencia tiene Federico y de la rentabilidad para la COPE de su salida me parece que, por desgracia, hablaremos en un futuro cuando haya despidos y cierres.
Así que está claro esta decisión se debe a otras razones mucho más espurias y, en ese caso, la gente (incluyendo al propio Federico) tiene derecho a enfadarse .
Saludos,
14/04/2009 a las 18:10
Trabajo en COPE. Soy periodista y he ejercido como tal desde hace 25 años, aunque los tres últimos he aterrizado en el mundo de la publicidad. Me sorprende Noblejas llamando «pamplinas pseudo-académicas» a la objetividad periodística. Uno, al que se le marcó a fuego en las aulas de CC de la Información de Navarra que al menos se debería tender siempre hacia dicha objetividad en el ejercicio de su profesión, y que como afirmaba el viejo adagio del editor Charles A. Danalos: «Las opiniones son libres, los hechos son sagrados», no acaba de entender esta dicotomía que se plantea entre FJL caudillo-líder-informador veraz y traidor-informador e medias verdades-manipulador, etc. Creo que la decisión de apartarlo de La Mañana, una decisión empresarial, está muy ligada al hecho de que Esperanza Aguirre (una de las pocas políticas a las que FJL respeta de forma incondicional) le haya concedido a él, a Pedro J. and Company la licencia radiofónica que se esperaba en COPE. A mi me gusta Federico, me gustan su verdades, me gusta que exista una voz en este desierto de aridez intelectual en el que se está convirtiendo el periodismo de nuestro país, existan personas como él y César Vidal que no tengas cortapisas para criticar lo criticable y denunciar lo denunciable. La mayoría de su audiencia creo que sabe que ni FJL ni César Vidal son católicos, a pesar de trabajar en la COPE y de dirigir dos de sus programas estrellas -nuestro lema es «Somos libres»-, y yo, como católico les tengo como muy respetuosos como mis creencias…aunque en ocasiones hayan dado muestras de tibieza moral, la misma que reflejan sectores del PP e incluso de la curia que deberían pronunciarse, por ejemplo, con rotundidad y claridad contra el aborto. Otro tema es que se aprovechen de sus programas para potenciar uno sus emisoras y medios digitales y otro su prolífica actividad literaria. Pero con todo prefiero dos informadores como ellos, con sus defectos, pero con su claridad de ideas y de crítica -aunque griten-, que un panorama informativo light y sin ellos. Salu2.
14/04/2009 a las 18:59
Las medias verdades, que son mentiras, a las que me he referido es a no explicar en antena que la concesión administrativa del espacio radioeléctrico de la única emisora de FM de Madrid capital es clave para entender que Losantos ha decidido hacer la competencia en Madrid capital (la que más oyentes proporciona) a la propia Cope. La segunda verdad a medias, que son mentiras, de Vidal, es inventarse que le iban a ceder a Cope esa frecuencia. No está en sus manos el hacerlo. Entiendo perfectamente que la Cope se haya sentido traicionada, ya que su propio trabajador estaba labrando su propio campo de trabajo en competencia con su empresa. Eso suele ser causa de despido justificado.
14/04/2009 a las 19:25
Sobre la devoción losantiana: Ricardo, me parece fenomenal que haya seguidores, oyentes a millones de Losantos, no es mi estilo pero la situación española es así de extraña, no le quito su mérito de haber mantenido ciertos temas de la actualidad vivos cuando muchos los querían enterrar. Pero de ahí a decir, como ha dicho hoy, que la Cope le debe prácticamente su existencia pues no, no estoy de acuerdo. Él es uno más y con muchas limitaciones, que había entrado en estos últimos meses en una dinámica de pérdida continuada de oyentes, que está creando su propio grupo de comunicación en abierta competencia con su empleador y que, con todo esto, disfrace de conspiración contra la libertad de expresión lo que es un desencuentro continuado con la Cope que él ha iniciado es lo que me molesta.
Si va a estar hasta el 30 de agosto opinando sobre su persona y la Cope va a ser insoportable, le creo muy capaz porque tan pesado hay pocos como él, ahora no tiene nada que perder y puede seguir cobrando mientras sigue segando la hierba bajo los pies de la Cope. Lo que no sé es si la Cope aguantará.
14/04/2009 a las 23:19
Bueno, si la COPE no quiere que esté hasta el 31 de agosto lo tiene fácil: despido improcedente y pago de las sanciones previstas en el contrato. Como con cualquier trabajador.
Efectivamente Montse, Losantos no tiene nada que perder salvo su empleo. Como les pasa a centenares de trabajadores todos los meses. Y tiene la seguridad de que, si lo echan, lo tendrán que indemnizar. Como al resto de trabajadores de España.
Y si no quieren despedirlo e indemnizarlo, pues Losantos hasta el 31 de agosto.
Pero es que eso es lo normal, no lo extraño.
De ahí que yo digo que al Coronel lo deberían de poner de patitas en la calle. Porque ha montado una buena: tenía que haber comunicado su despido y punto. Pero no. Prefirió jugar a democristiano: te echo pero no te echo. Pues toma pastel.
15/04/2009 a las 03:09
A mi eso de poner la licencia a disposició de la emisora me parece claramente una verdad a medias, ante todo por que segun se dice esa concesión no seria ni mucho menos una muestra de generosidad como ellos quieren presentarlo, si no que se haria a cambio de un alquiler en condiciones iguales o peores a las condiciones de las licencias que COPE tiene ya alquiladas en Madrid. Es decir, aceptar esa propuesta no solo no presentaria ninguna ventaja para COPE sino que ademas se convertiria en un elemento mas de chantaje.
15/04/2009 a las 19:20
«si la COPE no quiere que esté hasta el 31 de agosto lo tiene fácil: despido improcedente y pago de las sanciones previstas en el contrato. Como con cualquier trabajador»
¿De veras vale la pena seguir a un periodista así, que va a dedicarse al autobombo día tras día? Un tipo que lanza pura ideología mañana tras mañana (ideología: reducir toda la realidad a dos ó tres ideas interpretativas acerca de todo), que no tiene ningún recato o moderación con nadie y que, llegado el punto, siempre se vende como víctima.
No nos engañemos. FJL ha podido crearse su imperio mediático porque estaba en la COPE. Él NO ha creado la COPE, ni los «milagros» que él se atribuye en su libro. Él ha USADO la COPE como plataforma de autopromoción. Llega a estar en cualquier otra radio y lo habrían echado hace tiempo por competencia desleal. Pero no, sea por cristianos sea por lo que sea, en la COPE se le ha dispensado un respeto exquisito.
Personalmente, festejo que haya un cambio en la COPE (¡por fin!). Hace años me pasé a Onda Cero, donde se puede respirar con más tranquilidad y donde, a pesar de los pesares, hay algo de periodismo real y de calidad. Lo que los devotos de FJL no se dan cuenta es del daño que hace el estilo FJL al periodismo: reducir toda noticia a esquemas, buscar el sensacionalismo en toda y cada una de las noticias, desconfianza hacia todo el resto de medios… Vamos, hombre, ¿cuántas veces en Libertad Digital se ha dicho algo positivo de un socialista? Una noticia donde la opinión ya va inserta en el titular es de todo menos una noticia seria.
¿Qué pasó con Nacho Villa que, de ser un tipo moderado, se desató y convirtió sus apariciones en «59 segundos» y en su informativo de mediodía en meras extensiones de FJL? El problema de ese estilo es que, como a corto plazo funciona y muy bien, todo el mundo se apunta: López Schlichting ha caído en él, Nacho Villa, los contertulios de FJL (siempre prestos a ver conspiraciones), hace tiempo el propio J. L. Restán… Nadie dice que la COPE deba ser Radio Vaticana ni Radio María, pero lo que -al menos yo como cristiano- cuesta entender y tolerar es que en una radio de teórica identidad católica su periodista estrella sea un ideólogo agresivo. Si algo tiene de valioso el cristianismo, entre otras muchas cosas, es su entusiasta valoración de la riqueza y pluralidad de la experiencia humana. Precisamente aquello a lo que se opone la ideología.
Un saludo.
15/04/2009 a las 23:48
Sólo un detalle:
La mayoría de los habitantes de Roma carecían de derechos comparables a los de los «ciudadanos romanos de verdad», a los que usted cita de forma genérica como si hubiera existido una ciudadanía romana mayoritaria y con derechos parejos, y comparable a las ciudadanías de un Estado democrático occidental, caso de España.
Pero esa Roma es hipotética. En la Roma a la que usted alude no había una ciudadanía romana mayoritaria, ¡ni de lejos!, y mucho menos comparable a la española o la de otro país actual y similar.
Si se obvia que esa sociaedad romana de ciudadanos iguales jamás existió, su «admiración» por la valentía de FJL en el marco de la «devotio ibérica» es comprensible.
16/04/2009 a las 13:17
la valentía no es mala educación, ni falta de cultura, ni hablar palabrotas, ni descalificar a quienes no piensan (piensan?) exactamente como pensamos (pensamos?) nosotros,
me temo que los bálticos tienen razón en lo que sostienen acerca de muchos países de la UE…
16/04/2009 a las 17:09
No me puedo resistir, ya lo siento. Leyendo a tantos amigos juntos no puedo dejar de dar mi humilde opinión.
Sin estar al 100 % de acuerdo con FJL (muchos días cambio el dial, y punto) creo -con C. Vidal-, que es uno de los pocos muros que quedan en España para que la «marea relativista» nos colapse.
Mejor nos iría si otros muchos católicos nos mojásemos con esa valentía. Con más respeto, quizás, con menos agresividad, quizás, con menos intereses económicos, quizás…
Es triste ver cómo nos fustigamos por pequeños matices cuando hay tanto en juego de fondo.
¿Dedicaremos los mismos esfuerzos a combatir (sí, combatir) a los que quieren acabar con nuestra forma de pensar?
Ojalá.
24/04/2009 a las 16:35
Elentir, desde luego hay que tener poca (o ninguna) vergüenza para decir sobre FJL :
«¿Y a qué mentiras te refieres, Montse? Porque cuando yo hablo de valentía me refiero a la defensa de la verdad. Para defender una mentira no hace falta valentía, sino cinismo.»
¿Recuerdas aquellas conjuras del 11M, detrás del 11M está ETA y el PSOE, dicho por tu admirado FJL? ¿Qué el Gobierno se había rendido a ETA y les había regalado Navarra? Entre otras muchísimas cosas….si caben igual de graves o más.
Además condenado por injurias contra Gallardón y contra ERC. En fin, esas son vuestras verdades, y luego si quieres hablamos de cinismo.