A continuación va el resumen historiado de la conversación en Twitter -bochornosa- que he tenido este mediodía con dos diputados de UPyD: Toni Cantó y Carlos Martínez Gorriarán.
En honor de Cantó he de decir que al menos dejó el tema y permaneció en silencio cuando se percató de su desconocimiento del tema, pero Martínez Gorriarán pretendió que insultando y descalificando salvaba la cara.
Sinceramente, me causó pena y vergüenza que dos representantes del poder legislativo se dediquen a opinar sin conocer de qué hablan, pero más preocupación me causó la actitud del diputado Martínez Gorriarán que, en vez de reconocer su equivocación, reconoció implícitamente que habla de lo que no sabe y el pobre ha demostrado incapacidad para controlar su violencia verbal. No creo que haga falta reaccionar con tanta agresividad a los comentarios de los ciudadanos que les recuerdan su deber de estudiar los temas de los que opinan y, sinceramente, me asusta que este sujeto tenga poder e inmunidad parlamentaria. Acaba de iniciar su andadura como diputado y ya maltrata verbalemente a quien le lleva la contraria…
Hay implicados en la conversación otros dos diputados de UPyD, Álvaro Anchuelo e Irene Lozano que no intervinieron en la conversación (no parece que sean tan activos en Twitter como los otros dos)
Que un diputado que con su dedo votará a favor o en contra de nuestras leyes tenga tan poco recato en opinar sobre lo que no sabe y además no se avergüence es para desanimarse profundamente. El nivel de debate de los políticos españoles es patético y Martínez Gorriarán baja el nivel al de pelea de taberna.
No importan los argumentos ni los datos, pobre España.
Para más documentación sobre las exenciones del IBI os recomiendo estos dos enlaces:
Seguimos con las falsedades
Los dineros de la Iglesia española
04/01/2012 a las 17:05
A raíz de la gilipollez de Voz Pópuli (que me sorprendió, hasta ahora me estaba gustando su estilo de dar noticias y opiniones), intenté ayer mandar una queja al medio. Saltó un error al enviar y pasé del asunto, aunque algo les llegaría pues recibí un acuse de recibo automático. También tuve una importante discusión por Facebook con varios contactos y «contactos de»: gente incluso católica y con formación universitaria (alguno periodista además) se tragó la presunta noticia sin masticar (luego rectificaron cuando les dejé bien clara la manipulación, pero primero casi me mandan al paredón por «católico»…). Yo lo flipo, ¿a nadie se le ocurrió ir a Google a ver qué ley era la de que hablaban? Pues no. Intoxicación pura y dura. Y falta de prudencia y de sensatez en la mayoría de los que leyeron la noticia, tanto profesionales como políticos, lo que es de las peores señales que he visto acerca de lo mal que está España. Como en tiempos de los puritanos o de los nazis: lo importante no es la verdad, sino tener a alguien débil a quien quemar en la hoguera, y desviar la atención sobre los verdaderos enemigos o sobre la estupidez propia.
04/01/2012 a las 18:11
Sí, la verdad no importa, sólo la propaganda. Con tantas fuentes como hay para comprobar la veracidad de algo o para informarse de cuál es la legislación sobre un tema, prefieren la pereza y el tópico. Además de la crisis económica hay una crisis de veracidad y honradez y es más grave que la económica.
04/01/2012 a las 17:58
Es el estilo con el que se opina en España de este y de muchos otros temas. Si hay de algo que la gente se informa, lee y escucha es de deportes. De eso sí que entienden, en lo demás abunda la opinión lerda y tópicamente ideológica.
Y como se trata de enfervorecer a las masas pues vale cualquier estupidez.
UPyD no se libra de ese funcionamiento, no es especial, sólo es minoritario de momento, pero tan inmoral como los otros.
Pena de país.
04/01/2012 a las 23:23
Me descubro ante tus réplicas, Montse: les has propinado un ZAS en toda la boca de los que hacen historia. 😉
En fin, muy mal va UPyD si pretende ocupar el bastión laicista del PSOE.
05/01/2012 a las 10:36
La verdad es que permanecí boquiabierta parte del día. Un señor diputado haciendo el ridículo en público e insistiendo en meter la pata hasta el fondo. Gorriarán entra a cualquier trapo sin pensar, va a ser un peligro en el Congreso como le den un micrófono.
05/01/2012 a las 00:04
Bueno, es que hay quien recurre insistentemente a los mismos ataques, sin fundamento, sin conocimiento y con el único objetivo de atacar.
También hay quien dice y propone tonterías de grado superlativo.
Pero esto es lo que hay.
4J
05/01/2012 a las 18:03
Excelente post Montse. Gorriarán no pasa de ser un matón chulesco de barrio. De UPyD ya tenía la peor opinión.
@majovimo
05/01/2012 a las 21:35
Es lamentable que tengamos diputados (con minúscula) de la talla moral de los que han protagonizado este despropósito; los que conocemos la categoría insultadora del señor Martínez Gorriarán esperamos que se vaya aireando su talante hasta hacerse de dominio público y los pobres ingenuos que votaron al partido de Rosa Díez se den cuenta de que quienes manejan el cotarro de la «rejejejejejeneración» mienten más que hablan, pero eso sí con mucho populismo.
06/01/2012 a las 11:19
Acuérdate de esta cuarteta:
Procure siempre acertalla
el honrado y principal (que aquí, ni lo uno ni lo otro)
pero si la acierta mal,
sostenella y no emendalla
Es «typical espanis». Lo que hace Gorriarán, además del ridículo, es dejar traslucir su odio a la Iglesia sin más argumentos. Siendo profesor universitario y diputado se esperaría de él una mayor amplitud de miras; pero parece que es tan LOGSE como los trolls que se pasean por la blogosfera…