El Papa está conmocionado por las reacciones a sus palabras en la Universidad de Ratisbona sobre el Islam.

Lo ha dicho hoy antes del rezo del Angelus en Castelgandolfo (ojo, no en El Vaticano como dicen algunos blogs y medios de comunicación). La CNN lo ha retransmitido en directo y parecía, por unos momentos, que estaba viendo la EWTN.

Ha aclarado que cuando citaba las palabras del emperador bizantino Manuel II Paleólogo no estaba expresando su propio pensamiento sobre el Islam, cuya fe respeta.

No me extraña que Benedicto XVI esté conmocionado por la reacción, porque ha sido absolutamente desproporcionada. Estamos ante un problema que se va a repetir cíclicamente, mientras las poblaciones que viven bajo regímenes corruptos y dicatoriales como Marruecos o Irán no tengan un acceso transparente a la información y reciban solamente la «interpretación» de la realidad que le quieran dar sus autoridades o dirigentes religiosos.

Es realmente curioso, porque si se reflexionara sobre el discurso pleno del Papa seguro que muchos musulmanes pacíficos tendrían motivos para alegrarse. El Papa dice sobre la violencia y la religión:

La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…».

Pues parece ser que hay musulmanes que no se han enterado. Las amenazas no van a servir de nada, excepto para hacer daño a personas inocentes si se llevan a cabo. Dios no goza con la sangre, no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios.

Ojalá (Alá lo quiera) se pudiera dialogar sobre esto.

Actualización:

Diego Contreras, experto en información religiosa, nos ofrece su interpretación de la intervención del Papa y hace la traducción exacta de sus palabras:

“estoy vivamente entristecisdo por las reacciones suscitadas por un breve pasaje de mi discurso en la Universidad de Ratisbona, considerado ofensivo para la sensibilidad de los creyentes musulmanes, mientras en realidad se trataba de la cita de un texto medieval que no expresa de ninguna manera mi pensamiento personal. Ayer, el Señor Cardenal Secretario de Estado hizo pública, con esta intención, una declaración en la cual ha explicado el auténtco sentido de mis palabras. Espero que esto sirva para placar los ánimos y para aclarar el auténtico significado de mi discurso, el cual –en su totalidad- era y es una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto mutuo”.