Con muchas narices, Estados Unidos viene ahora a decir que de «gobierno internacional de la Red», nanay. Que la ICANN seguirá siendo un mero intermediario y que el control de los DNS seguirá en manos del policía mundial. Y que si hay países que quieren independizarse para tener su propio sistema de servidores raíz y sus propias reglas de extensiones de dominio (pongamos que hablamos de un país donde, además del .es, hubiera un .cat no consensuado con el resto de países y etcétera etcétera), que adelante, ellos no pondrán problemas… aunque ello signifique que empiecen a aparecer redes desconectadas entre sí.
La obsesión por el control -con la excusa de la seguridad- llevada al esperpento que puede destruir Internet tal como lo conocemos (por cierto, ¿lo del esperpento no era producto typical spanish? Cualquier día nos copian la tortilla de patata y la sangría…). 🙁